¿Hay corrupción en León?
El Juzgado de Instrucción número cinco de León decidió ayer archivar el conocido como 'caso Caja España', contra trece exconsejeros del Consejo de Administración de Caja España, por la concesión en 2009 de préstamos al que fuera presidente de la extinta entidad, Santos Llamas, ha acordado archivar, por prescripción, el caso.
Fue en 2009 cuando Caja España autorizó una refinanciación del crédito que se concedió a Santos Llamas para darle más plazo de pago, lo que venía haciendo todos los meses, sin demora, desde 2004, y a lo que en Banco de España no puso objeción.
Se le otorgaron tres años para poder devolver el dinero y se le concedió ese periodo de tiempo “porque era el pronóstico oficial del Banco de España para salir de la crisis”, y se elevaron los intereses que debía abonar y no se le exigieron a Llamas nuevas garantías.
Un caso que ha mantenido en vilo a la sociedad leonesa durante los últimos años y cuyo sobreseimiento ha creado un aluvión de críticas negativas, especialmente desde los grupos políticos de izquierda, como Izquierda Unida, que ha recordado que "no prescribe la deuda para las personas que pidieron un crédito, para los autónomos y pequeñas empresas que han perdido su pequeño negocio, para los que perdieron su empleo, para los abuelos y abuelas que perdieron su casa por avalar a sus hijos o nietas o para quienes se suicidaron por no poder hacer frente a deudas e hipotecas".
Izquierda Abierta León también ha lamentado "la deplorable situación de la justicia que permite que la causa quede sin esclarecerse" y León en Común ha decidido lanzar un vídeo en el que se explonen las causas a investigar por el juicio ya archivado y que se está haciendo viral.
Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión de Investigación sobre Cajas de Ahorros en las Cortes, Óscar Álvarez, ha manifestado que "acata y respeta" el archivo por prescripción y ha valorado que la decisión omite que en la prescripción se deba a indicio delictivo y ha puesto en valor que los responsables del PSOE apostaron por la regeneración democrática en este proceso y dieron un paso atrás para renunciar entonces a todas sus responsabilidades políticas.