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Los 8 gráficos que explican la brecha salarial

9 marzo, 2018 10:42

La movilización de la huelga feminista del 8 de marzo tiene entre sus principales objetivos visibilizar una realidad que acompaña a las mujeres a lo largo de toda su vida laboral: la brecha salarial. La diferencia entre lo que gana un hombre y una mujer es una realidad que acompaña a las mujeres a lo largo de toda su vida laboral, desde que se integran en el mercado de trabajo hasta que se jubilan.

Concretamente, el salario medio de las mujeres es 5.941 euros inferior al salario medio de los hombres, según la última Encuesta anual de estructura salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al año 2015, que sitúa el salario medio de los hombres en 25.992,76 euros y el de las mujeres en 20.051,58 euros.

Pero no se trata sólo del salario medio. La desigualdad entre sexos es apreciable a lo largo de toda la distribución salarial. Así, en el año 2015, el 18,2% de las mujeres tuvo ingresos salariales menores o iguales que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), 648,60 euros, mientras que la proporción de hombres con ese salario fue del 7,4%.

Si se tienen en cuenta los salarios más elevados, el 9,8% de los hombres presentó unos salarios cinco veces o más superiores al SMI, frente al 5% de las mujeres.

Esta diferencia en lo que cobran hombres y mujeres se aprecia a lo largo de toda la vida laboral, desde las trabajadoras más jóvenes a las de más edad, incrementándose la diferencia de salarios a media que los trabajadores van cumpliendo años:

Y también se ve en los distintos sectores:

¿A qué obedece la brecha salarial?

La mayoría de expertos coinciden en que el número de excedencias, reducciones de jornada y jornadas a tiempo parcial a las que se acogen las mujeres para cuidar a personas a su cargo es uno de los grandes factores que construyen esta brecha salarial.

Durante 2017 se registraron 55.133 excedencias para cuidar de un hijo, de menores acogidos o de otros familiares y, de ellas, 49.934 (el 90,57%) fueron solicitadas por mujeres, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Además, de acuerdo a la Encuesta de Población Activa, en el cuatro trimestre de 2017 había 2 millones de ocupadas trabajando a tiempo parcial en toda España, frente a un 733.300 hombres en esa situación, menos de la mitad.

El peso que las mujeres asumen en las tareas del hogar se ve también en el uso del tiempo: las mujeres dedican al cuidado de los hijos 15 horas más a la semana que los hombres. Y también sobre ellas recae en mayor medida el peso del cuidado de los mayores y dependientes, de acuerdo a la encuesta sobre el Empleo del tiempo, conciliación trabajo y familia del INE.

Estas disparidades durante la vida laboral se traduce en grandes diferencias en dos momentos especialmente vulnerables de cualquier trabajador: los periodos en desempleo y la jubilación. Así, igual que se habla de brecha salarial también existe una brecha en la pensión media que cobran hombres y mujeres.

Y también se refleja en la tasa de desempleo. Con excepción de la época más dura de la crisis económica --entre los últimos trimestres de 2008 y los primeros de 2013, cuando la tasa de paro entre hombres y mujeres se igualó-- la tasa de paro femenino ha superado a la de los hombres a lo largo de toda la serie histórica.