Pablo López, el acorde de la emoción
El cantante Pablo López ha presentado este viernes en el Multiusos Sánchez Paraíso de Salamanca su nuevo álbum, ‘Camino, fuego y libertad’. Lo ha hecho ante un público entregado que llenó las en torno a cuatro mil localidades junto al escenario y en la grada, casi dos horas de concierto en los que este artista en mayúsculas repasó también los éxitos de sus anteriores discos.
Los conciertos de Pablo López son el deseo hecho realidad de escuchar las historias del artista de principio a fin. La magia de la intimidad más emocional acompañada de melodías y composiciones magistrales y por supuesto, su inconfudible manera de acariciar el piano. Porque Pablo López es el acorde de la emoción.
'El camino' comenzó puntual con la canción que abre el disco, levantando ya al público desde los primeros compases. Porque 'El niño' que todo ser humano lleva dentro sale a relucir cuando se deja llevar por la emoción, y sobre todo disfruta con lo que está viendo. Es como 'El gato' que posee belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, coraje sin ferocidad, todas las virtudes del hombre sin sus vicios.
Cuando apenas había transcurrido un cuarto de hora de concierto el Multiusos ya era 'El patio' del colegio, ese lugar desinhibido para la diversión. Un tema que el propio artista define como "una canción sin techo, una búsqueda de la libertad genuina y perdida con el disimulo de la madurez. Cuando uno tiene que desnudarse definitivamente sólo puede hacerlo con un desgarro, y eso es está canción. A veces se piensa para escribir y a veces se grita sin pensar".
Pablo López volvió a demostrar que es 'La dobleuve' del panorama musical actual, la virtud y la verdad. 'El incendio' que provocó en el alma del público es como el sentimiento que surge cuando suena 'El teléfono' y esperas esa ansiada llamada, porque entonces 'Lo imposible' se hace realidad y 'El futuro' se torna en presente. Así transcurrió el concierto en Salamanca, con 'La libertad' de regocijar los oídos, de mover los músculos cuando toca bailar, pero endulzar el alma cuando toca sentir. Y no eran 'Las 17:00' cuando llegó la hora del final, sino cerca de la medianoche. Dos horas de concierto que terminaron con un momento mágico, como puede apreciarse en el vídeo adjunto. Un ejemplo de lo que el público charro que se dio cita en el Multiusos sintió.