atletico valladolid - barcelona asobal balonmano 16

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Región

El Atlético Valladolid acaricia la épica en un partido memorable

17 marzo, 2018 20:02

El Atlético Valladolid ha realizado este sábado su partido más memorable, y eso es mucho decir para un club que en su corta historia ya cuenta con un ascenso y con actuaciones sobresalientes. La entidad y el carácter épico lo otorga el rival, el coloso FC Barcelona, dominador implacable del balonmano nacional en la última década y uno de los conjuntos más potentes de Europa.

La primera parte fue para los locales, que ofrecieron su mejor nivel ofensivo y una contundencia que limitó a uno de los mejores porteros del mundo, Gonzalo Pérez de Vargas. En la segunda mitad los de Pisonero cedieron los cuatro goles de ventaja que se llevaron a los vestuarios y fueron capaces de reponerse a las desventajas en el marcador para acabar compitiendo de tú a tú con los culés en un final de infarto que decidió Palmarsson con el tiempo agotado y tras una gran polémica.

El Atlético Valladolid comenzó como un relámpago el partido, 3-1 tras cinco minutos y 7-3 después de diez minutos de juego, forzando un tiempo muerto de los visitantes, que comprobaban que Huerta del Rey no iba a ser una parada fácil en su imperial camino en la liga.

La capacidad ofensiva del Atlético mantuvo la ventaja, con un Diego Camino sensacional en la dirección durante todo el partido. El Barcelona fue incrementando la dureza defensiva pero seguía viendo al Atlético cómodamente por delante, 12-8 en el ecuador. Dos goles de contraataque de los culés redujeron sustancialmente la ventaja local, pero la grada respondió levantando de nuevo el ánimo de su equipo y el tiempo muerto de Pisonero funcionó; 18-14 al descanso.

La segunda parte comienzó muy dura para el Atlético de Valladolid, con Gonzalo Pérez de Vargas encontrando su nivel en la portería y el ataque culé sin perdonar, con tres goles en tres minutos para reducir a la mínima la diferencia. La continua agresividad contra Serdio en defensa conllevó la primera exclusión de la segunda mitad para el Barcelona.

El ritmo del partido era asfixiante, con un intercambio de goles y golpes constante y Javi Díaz ganando la partida al portero visitante. Con 21-20 y diez minutos jugados llegó la exclusión a Roberto Pérez. El Atlético logró salvar ese envite encajando sólo un gol desde los 7 metros pero una nueva exclusión, esta vez de Adrián, y otro lanzamiento de penalti pusieron por delante al Barcelona en todo el partido, 21-22.

La dificultad para marcar se prolongaba y el Barcelona, lentamente, fue consolidando su ventaja, 21-23 tras 16 minutos, con un arbitraje que permitía a los culés protestas continúas y una dureza no castigada ni con exclusiones ni 7 metros. Entonces llegó Fernando para aprovechar un gran pase y marcar, y después no falló desde los 7 metros para situar el empate a 23.

No lo veía claro Xavi Pascual pese a ir ganando 24-25 y paró el partido a falta de 9 minutos. Una de sus preocupaciones era buscar la manera de frenar a Serdio, que ofreció ante Pérez de Vargas su amalgama de finalizaciones. Fue él quien marcó el 25-26 a falta de 7 minutos y con el público de Huerta del Rey creyendo en lo imposible.

Javi Díaz detuvo el lanzamiento de Ariño desde el extremo y Serrano empató a 27 tras una asistencia magistral de Diego Camino. Quedaban 4 minutos y el ambiente en Huerta del Rey ponía los pelos de punta rememorando los años legendarios del balonmano de la ciudad. Un gol de Adrián permitió al Atlético mantenerse en la pugna constante, ante un Barcelona que ya no daba tregua. La agresión de Men sobre Adrián dejó al Barcelona con uno menos el último minuto y medio de partido, con el marcador 28-29. Diego Camino aprovechó los espacios en la defensa para marcar el empate a 29.

Ruido, ruido, ruido. Tiempo muerto del Barcelona a falta de 15 segundos, quizá esa ya sea una victoria, llevar al gran dominador del balonmano nacional a la extenuación, a sacar lo mejor de si en busca de una victoria. La defensa local bloqueó cualquier opción clara de gol en ese último ataque, pero la falta señalada a sólo dos segundos del final abrió la polémica.

Los colegiados excluyeron a Serdio y el Barcelona volvió a tener otro golpe franco, esta vez con el tiempo ya cumplido. Palmarsson encontró la manera de superar la barrera y batir a Javi Díaz y arrojó una jarra de agua gélida sobre el entusiasmo del equipo local. La grada se volcó para agradecer a los gladiadores azules su entrega y la plantilla culé celebró la victoria con imágenes que ya resultan insólitas para un equipo acostumbrado a arrasar.