Sorprendidas cuatro personas haciendo trampas tecnológicas en el examen de conducir
La Guardia Civil investiga a dos individuos de nacionalidad rumana por presentarse uno de ellos en el examen teórico del permiso de conducción suplantando la identidad del otro y el mismo día a otros dos por copiar mediante dispositivos electrónicos.
Según informa la Benemérita, el equipo G.I.A.T. realizaba un control en el aula de exámenes de la Jefatura Provincial de Tráfico en Salamanca cuando detectó cómo un individuo de nacionalidad rumana, de 25 años y con domicilio en Oviedo, se estaba presentando suplantando la identidad de otro compatriota, de 39 años y con domicilio en Valladolid, utilizando para ello un documento de identidad falso.
El joven fue trasladado a las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil, donde se realizó un estudio pormenorizado del documento de identidad que aportaba, comprobándose la falsedad. Por los hechos expuestos fue investigado por un presunto delito de usurpación de estado civil y de falsedad documental, diligencias que han sido entregadas en el Juzgado de Guardia de Salamanca.
El método utilizado era el siguiente: una persona se inscribía en una autoescuela de Salamanca y contactaba con un compatriota, el cual por el módico precio de 500 euros realizaba el examen utilizando para ello un documento de identidad falso.
Respuestas a través de dispositivos electrónicos
Además, la Guardia Civil ha identificado a dos individuos de nacionalidad rumana, de 20 y 23 años de edad, en el aula de exámenes de la Jefatura Provincial de Tráfico en Salamanca, cuando utilizaban sistemas electrónicos para obtener las respuestas en la realización del examen teórico del permiso de conducción de la clase B, que habilita para la conducción de turismos y motocicletas.
Esta identificación fue practicada por agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Salamanca, cuando se encontraban realizando una inspección periódica a los opositores que se presentan para la obtención de los diversos permisos de conducción, en el aula de la Jefatura Provincial de Tráfico de Salamanca.
Al revisar la documentación observaron cómo los citados opositores mostraban un comportamiento que infundió sospechas a los Agentes de que pudieran estar incurriendo en alguna irregularidad en la realización de los exámenes. Por este motivo, para no interferir ni alterar en el proceso de exámenes del resto de los opositores, se esperó a la finalización de los mismos para identificar a estas personas en una sala anexa al aula.
Una vez identificadas, se pudo comprobar que ocultaban unos sistemas electrónicos compuestos por un teléfono móvil, que tenían adheridos a las camisetas en el pecho, que actuaba como emisor, controlado por una tarjeta de actuaba de transmisor y un mini audífono introducido en el oído que actuaba como receptor. De tal forma que enviaban las imágenes de los impresos de los exámenes a una persona que se encontraba en el exterior de las instalaciones para que le comunicara la respuesta correcta a las preguntas.
El método utilizado era prácticamente indetectable. Los dos individuos, hombre y mujer, residían en una localidad de la provincia de Valladolid, donde habían contactado con una persona de nacionalidad pakistaní, el cual bajo el módico precio de 2.000 euros cada uno, les realizaba las gestiones para matricularlos en una autoescuela de Salamanca, presentarlos a examen y facilitarlos los dispositivos electrónicos para la realización de la prueba teórica del permiso de conducción.