El Cristo de las Mercedes irradia su luz
El resplandor del retablo irradia su luz hacia el exterior del atrio de la iglesia de Santiago. Fuera aguardan la penumbra y la multitud; dentro la sobriedad y la solemnidad que transfiere el Cristo de las Mercedes. No por repetido en la memoria del tiempo este instante de la Semana Santa de Valladolid pierde emoción. Es el comienzo de la procesión del Santo Cristo de las Mercedes, que emerge desde el luminoso interior del templo hacia el oscuro exterior portado a hombros por la Cofradía de las Siete Palabras.
No es fácil generar la oscuridad prácticamente absoluta en el corazón de la ciudad, pero en el atrio de Santiago se logra. El bullicio al que está habituada esta zona cede paso a la expectación de cientos de personas agolpadas en los aledaños esperando la salida del Cristo de las Mercedes.
Cuando al fin aparece en el exterior las fotos se agolpan para capturar el momento, cientos de teléfonos graban vídeos para guardar en la posteridad un instante único. La espera ha merecido la pena. Flanqueado por la Banda de Música de Arroyo de la Encomienda, el Cristo de las Mercedes emprende su recorrido hacia la Plaza Mayor primero y la Catedral después, de donde ha regresado tras realizar un acto penitencial.