cristo vela 31

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Región

La otra procesión: la llama sigue encendida

1 abril, 2018 08:26

Sábado Santo, el día de la Hermandad del Silencio con el Cristo de la Vela para alumbrar la devoción de todo un barrio, Pizarrales. Tras una tarde de Viernes Santo con lluvia y hasta granizo y nieve, el sol ha lucido resplandeciente, algo atípico para esta procesión, que ha podido llegar con tranquilidad hasta la Plaza Mayor y lucirse ante miles de turistas que estos días abarrotan Salamanca.

Ya lo decía una mujer a su hija al salir de su casa en la calle Santa Teresita de Jesús del barrio Blanco, que no había prisa, porque este año no llovía. Efectivamente, si hacemos un repaso a la historia de esta hermandad probablamente nos encuentremos más de un tercio de suspensiones. Sobre todo en el nuevo siglo, cuando estuvo hasta cinco años consecutivos sin poder salir de la parroquia de Jesús Obrero.

Pero este año ha podido lucir y ser acompañada por cientos de vecinos, familias enteras que muestran que la llama sigue encendida. Fue a mediados de los años ochenta cuando un grupo de amantes de la Semana Santa pensaron en la idea de fundar una nueva cofradía para la ciudad que desfilaría en la tarde del Sábado Santo. Se pensó en el Cristo de la Vela existente en la Iglesia de San Sebastián, pero su cesión resultó inviable debido al estado de conservación de la imagen. Se visitaron otras parroquias de la ciudad, sin producirse resultados favorables para la hermandad.

Hasta que la cofradía supo de la existencia en la Parroquia de Jesús Obrero, en el barrio de Pizarrales, de un crucificado había llegado hasta allí desde el Colegio de las Josefinas Trinitarias debido a la remodelación de su capilla. En aquel momento el párroco estaba pensando en trasladarlo a otra parroquia de la provincia cuando se presentó ante él la cofradía. Explicado su proyecto la imagen fue cedida a la hermandad, que fijó su sede canónica en la parroquia. Al carecer la imagen de nombre se le llamó Cristo de la Vela, al ser el de la primera imagen en que se había fijado la hermandad para venerar. Y desde entonces la vela sigue encendida.