Patrulla canina de la Policía Local, el olfato contra el delito
Roma, Dana y Rita son tres agentes de la Policía Local especiales. Su singular olfato les permite detectar el delito allá donde se les requiere. Un sentido que les lleva a rastrear cada rincón sin que pase desapercibido. Son los tres pastores alemanes de la Sección de Guías Caninos, de reciente implantación en Salamanca pero con grandes logros en este tiempo.
Bajo las directrices de tres policías, con un perro ya en la reserva por si se requiere su actividad, Branco, un cruce de pastor alemán y Golden, esta patrulla canina se puso en marcha en el año 2013 en la Policía Local de Salamanca. Desde entonces, lleva a cabo labores de prevención del consumo de sustancias estupefacientes, sobre todo en centros escolares, y difusión de las responsabilidades que acarrean las conductas delictivas, sino también sobre la tenencia de mascotas. NOTICIASCYL ha podido comprobar in situ cómo es su día a día, resumido en el vídeo adjunto.
Se trata de canes que prestan servicio por lo general hasta los ocho años de edad, aunque alguno prolonga su actividad si la salud lo permite. Cabe recordar en estos menesteres a Saza, un perro de la Guardia Civil de Salamanca que pudo detectar veinte kilos de hachís escondidos en el nervio de una tabla de surf en un control de carretera en la autovía A-66 después de haber pasado la frontera con Marruecos y otros controles sin ser detectada la droga. Porque estos animales tienen un olfato especial y son adiestrados para ello.
El entrenamiento tiene lugar todos los días, siguiendo un determinado protocolo de actuación. En primer lugar se revisa a los perros para ver si están en óptimas condiciones, pues alguna puede estar en época de celo o tener algún corte en una pata que se haya producido accidentalmente. A continuación se realizan ejercicios básicos de buscar pequeños trozos de droga en vehículos, maletas o personas (en el vídeo aparecen detallados estos ejercicios). Y una vez entrados en calor los animales, como un atleta, comienza la jornada.
Las mañanas suelen emplearse como apoyo al control del tráfico y consumo de sustancias estupefacientes en centros escolares, ya sea colegios o institutos. Principalmente hachís y marihuana, aunque estos perros también están preparados para detectar cocaína y heroína. También participan en controles específicos de tráfico. Ya por las tardes se dedican a controles establecidos en parques, zonas verdes o eventos especiales, como recientemente el concierto de Bob Dylan en el Multiusos Sánchez Paraíso. Y durante algunas noches como apoyo a los controles de alcoholemia en la ciudad.
Un cometido nada fácil, pues en la detección de las drogas intervienen factores secundarios relacionados con la física y la química. Por ejemplo, durante un control hay que tener en cuenta la dirección del aire, la temperatura y hasta el lugar. La dirección porque el perro detecta las partículas estupefacientes, pero en ocasiones el viento puede transportar los átomos que conducen al olor hacia una pared a varios metros de distancia. Lo mismo ocurre con la temperatura. De ahí que sean fundamentales también los conocimientos del policía para interpretar las señales que le envía el perro cuando detecta la droga.
Así se puso de manifiesto durante la última Nochevieja Universitaria, con unas 150 incautaciones, pero también día a día en los centros escolares. “Una china de hachís insignificante en un instituto vale más que diez bellotas en un adulto durante una noche de fiesta”, destacan desde la Sección de Guías Caninos, remarcando la importancia también de la labor social y educativa. De hecho, trabajan sin el uniforme para no vulnerar los derechos de los menores de edad, avisando a padres o tutores cuando detectan la presencia de la droga, algo pionero en España.
Apoyo a mujeres maltratadas
La Sección de Guías Caninos también tiene otro cometido de apoyo a las mujeres víctimas de maltrato. Facilitar la recuperación integral de la mujer, contribuir a aumentar su seguridad y protección y propiciar que aumente su nivel de confianza y bienestar son los principales objetivos que perseguirá este programa que se desarrolla de manera conjunta entre la Policía Local y el Servicio de Mujer del Ayuntamiento de Salamanca.
Se trata del programa ‘Pepo’, dirigido a mujeres residentes en el municipio de Salamanca, mayores de edad y que sufren o han sufrido violencia machista física o psicológica, independientemente de que hayan denunciado y obtenido medidas de protección. Para ello es necesario que la mujer no conviva con el agresor, que presente sintomatología relacionada con la violencia sufrida, como miedo, inseguridad, baja autoestima, y que tenga unas características personales y familiares que le permitan responsabilizarse de las necesarias atenciones para el perro.
Agentes de la Policía Local son los encargados de la formación de los perros que posteriormente protegerán y acompañarán a la víctima. Además del personal cualificado, el Ayuntamiento de Salamanca pondrá a disposición de las mujeres las instalaciones necesarias para desarrollar el adiestramiento, así como el perro.