Las estafas en las que los estafadores hacen uso de préstamos como excusa han existido siempre. Pero cuanto mayores son las posibilidades de comunicación, más posibilidades tienen los estafadores de llegar al consumidor medio. ¿Cómo se pueden evitar la mayoría de los timos?

En primer lugar se debe comprobar que se está tratando con una empresa real. Para hacerlo pídeles su número de identificación fiscal y dirección física. Si son ellos los que se ponen en contacto contigo, es probable que en el documento o correo electrónico que recibas aparezcan estos datos. Otra cosa de la que deben informarte es de su fichero de datos de clientes, porque la ley les obliga a hacerlo para que puedas ejercer tus derechos de rectificación, etc. Si un prestamista no te ofrece esta información, o tiene problemas para hacerlo, es el momento de empezar a dudar.

En algunos préstamos, el cliente debe pagar una tarifa por la apertura del préstamo. En este sentido hay que distinguir entre dos tipos de préstamos. En los préstamos de cantidades pequeñas, no te van a pedir el pago de ninguna tarifa por adelantado. Tendrás que pagar las comisiones que sean tras dar el visto bueno al contrato y, seguramente, cuando este venza. Si el préstamo es de mayor envergadura, puede ser normal la existencia de esa tarifa de apertura. En estos casos, antes deberás haber recibido una factura. Si no es así, no adelantes dinero. Un comportamiento habitual entre los timadores es poner anuncios en comentarios de blogs, foros, en el teletexto en páginas de anuncios clasificados gratuitos, etc. Pedirte unos pocos datos y solicitar después el pago de una tarifa. Una vez que se paga esta, desaparecen. Así que siempre que pagues debes tener un documento que justifique ese pago. Por supuesto, ese documento tiene que tener los datos identificativos propios de una factura. No te conformes con un papel en el que no venga identificada la compañía y asegúrate de comprobar que realmente estás contactando con un representante de la misma.

Factores que no tienen por qué ser sospechosos son la laxitud de requisitos para solicitar el dinero o la rapidez con la que prometen enviártelo. Ten en cuenta que ahora hay muchas opciones para conseguir préstamos con ASNEF y son perfectamente fiables. Pero eso no quiere decir que debas pecar de confiado. Comprueba que tratas con una empresa que cumple con las formalidades legales, y así evitarás una gran cantidad de problemas.

Por supuesto, cuanto más informal sea todo, más posibilidades hay de que no sea fiable. Una web con un certificado SSL, un contrato o términos y condiciones por escrito y una empresa con datos de identificación claros, parecen mucho más legítimos que un anuncio en el teletexto o en un comentario en una red social de internet. Como medida de precaución, ten en cuenta que cuando algo es sospechoso y además te ofrece cosas que nadie más está dispuesto a ofrecer. Así que si has solicitado un préstamo con ASNEF en varias empresas y te han rechazado sistemáticamente, seguramente debas sospechar de alguien que esté dispuesto a ofrecerte ese préstamo que nadie más quiere ofrecer, especialmente si no es capaz de demostrarte que se trata de una entidad legal.