El adiós de Iniesta, estandarte del mejor Barça de la historia
El adiós de Andrés Iniesta, que dejará el FC Barcelona a final de temporada, conlleva la marcha del último garante del mejor Barça de la historia, aquel que con Pep Guardiola en el banquillo ganó 14 de 19 títulos posibles, siendo una pieza clave sobre todo en la última década y con 31 títulos en su brillante palmarés.
Nacido en Fuentealbilla (Albacete) el 11 de mayo de 1984, está a punto de cumplir los 34 años y ha pasado los últimos 22 de ellos vestido de blaugrana. El torneo de Brunete de 1996 le catapultó hacia una Masia de la que ha sido máximo exponente. En ella se formó en lo personal y sobre todo en lo futbolístico, haciendo propio un gusto por el fútbol ofensivo y de toque que llevaría casi a la perfección.
Iniesta es pase milimétrico y preciso, un guante en la bota, magia, pero sobre todo es 'ADN Barça', clave en el equipo como la aguja imantada que hace funcionar una brújula. El centrocampista ha guiado, y más desde la marcha de Xavi Hernández, al Barça y lo ha hecho con maestría y modestia, alejado de los egos de otros grandes futbolistas.
Le costó arraigar en el primer equipo, pues desde su debut en octubre de 2002 a las órdenes de Louis Vaan Gaal, en la 'Champions' contra el Brujas, hasta la temporada 2004/05 no logró ser habitual en los onces iniciales. Pero esa temporada, ya con Frank Rijkaard al mando, jugó 35 de las 38 jornadas de Liga y empezó a despuntar.
Su camino por el primer equipo blaugrana avanzó hasta dejar atrás a aquel niño tímido de 12 años que llegó a la Masia y que echaba de menos a su familia, y convertirse en 'Don Andrés'. Los cambios de dorsal, del '34' inicial al '24' antes de llegar al '8' que ha encumbrado, son correlativos al aumento de su importancia en la plantilla y hasta llegar a ser capitán y líder dentro y fuera del vestuario.
Como cerebro del equipo, principalmente en las últimas temporadas, se ha llevado elogios continuos, pero también ha pagado caras las derrotas en la Liga de Campeones. La última 'Champions' la ganó en 2015, y especialmente dolorosa ha sido la eliminación esta temporada a manos de la AS Roma en los cuartos de final, dejando escapar un 4-1 favorable del Camp Nou y haciendo un muy mal partido de vuelta.
Quizá porque ya sabía que ese 3-0 en el Stadio Olimpico de Roma era su última partido en la Liga de Campeones como blaugrana, su cara triste lo dijo todo, como su rabia y alegría, y el abrazo de todos sus compañeros, cuando marcó el pasado sábado en la final copera.
Y es que ha sonreído más que llorado en Can Barça, y suyo será el honor de hacer explotar de alegría al barcelonismo en muchos momentos, pero nunca tanto como con el 'Iniestazo' de Stamford Bridge que ya forma parte de la historia del club.
Fue el 6 de mayo de 2009, cuando el Barça necesitaba marcar en Londres contra el Chelsea para acceder a la final de la Liga de Campeones que acabaría ganando en Roma. Y si tal éxito fue posible fue por Iniesta y su golazo en el descuento. Reventó el balón con toda su "alma", como aseguró, y ni el mejor Petr Cech pudo detener el balón.
Esa 'Champions' contribuyó al primer triplete en la historia del Barça, el de 2009, gesta que el español repetiría en 2015 de la mano de Luis Enrique Martínez, y así hasta llegar a los 31 títulos y tener, junto a Leo Messi, el mejor palmarés en la historia del FC Barcelona. Dos grandes Barça, siempre con Iniesta llevando la batuta de forma colectiva con Xavi o Messi, por citar algunos de los grandes compañeros que ha tenido el centrocampista en el club.
De hecho, sus 670 partidos oficiales jugados con la camiseta blaugrana le convierten ya en un icono, en un referente y en un espejo para unos miembros de una Masia un tanto defenestrada últimamente. Sólo Xavi, con 767 partidos oficiales, estará por encima de un Iniesta que desbancó a Carles Puyol (593) o Migueli (549) en cuanto a duelos disputados en Can Barça.
Pese a tener un contrato vitalicio, ha decidido poner fin a su etapa en el FC Barcelona y hacer las maletas hacia China, al fútbol asiático tan distinto al europeo pero que tanto rédito da a los grandes futbolistas en su ocaso. Le queda fútbol a Iniesta, tanto que podría seguir regalándolo a los barcelonistas, pero siendo fiel a su filosofía ha preferido irse antes de sentirse echado. Y se va como uno de los más grandes futbolistas del club, como estandarte y garante del mejor Barça de la historia.