Las tradiciones y la cultura popular son la esencia de un pueblo. Elementos ambos ligados al ADN de cada zona y que sin ellos resultaría comprender la forma de vida de cada sociedad. Unas características que se aúnan en el folclore popular que tiene en la música una de sus inconfundibles señas de identidad.

Precisamente la música tradicional es el elemento sobre el que ha girado la cuarta edición del Festival ‘Flautamza’, promovido y organizado por la Asociación de Tamborileros Zamoranos, que en esta ocasión ha tenido a Cristina Boixadera como maestra de ceremonias en un concierto, celebrado este pasado viernes en el Teatro Elvira Fernandez, y una masterclass de flabiol y tamboril celebrada en la mañana de este sábado en la Alhóndiga. Una jornada formativa centrada en transmitir la historia, la evolución, forma de tocarlos, así como su presencia e importancia en la tradición popular.

Un festival que este año acerca a través de la música el folclore mediterráneo de Cataluña, al igual que de zonas como la Comunidad Valenciana e Islas Baleares gracias a la celebración del concierto y la jornada formativa y práctica, ya que alguno de los asistentes se lanzó a poner en práctica el toque de dichos instrumentos.

En cuanto a la masterclass ofrecida por esta maestra de música, esta jornada educativa y formativa ha permitido a una veintena de personas conocer los entresijos y la técnica correcta para tocar ambos instrumentos tan ligados al folclore popular y descubrir las variedades la música tradicional en otros lugares de la geografía española.

Sobre la importancia de la música en el folclore y las tradiciones populares, Cristina Boixadera ha destacado que “por ejemplo en el caso del flabiol y el tamboril ha evolucionado mucho ya que difiere bastante de las manifestaciones del pasado a la actualidad. Creo que se encuentra en un buen momento ya que hay mucha gente que lo toca, hay escuelas que lo incluyen en su programa formativo. Desde hace 20 años han aumentado las opciones para aprender a tocar este tipo de instrumentos.”

En relación a la evolución, Cristina Boixadera destaca que “en el caso del flabiol, este se ha transmitido a través de la transmisión oral desde la antigüedad hasta la actualidad donde los profesionales nos inculcaron el oficio de flabiolaira. La tradición no se acaba de perder ya que este instrumento siempre ha estado vivo en las fiestas populares. Hubo un momento que corrió una decadencia, pero los flabioleiros antiguo nos transmitieron una parte importante del oficio.”

Cristina Boixadera también explicó que la función principal del flabiol y el tamboril reside en el “acompañamiento de los bailes populares como, por ejemplo, de Pastorets así como las fiestas patronales ha permitido que no se pierdan ni los bailes ni la historia a través de su viveza en cada celebración. Estos instrumentos son un timbre, un lenguaje y una manera de entender la fiesta y de hacer valer y, sin duda, transmiten el arraigo de las tradiciones ya que los instrumentos transmiten mucho.”

Boixeda ha explicado que el aprendizaje para tocar este tipo de instrumentos “ha cambiado mucho en los últimos 20 años. En Cataluña la mayoría de la gente que quería aprender eran personas adultas, pero esto ha variado con la inclusión de la enseñanza en la escuela y con la incorporación de niños esta formación se ha tenido que reinventar y adaptarse”.

Además, la maestra gallega ha estado acompañada del músico y folclorista zamorano Luis Antonio Pedraza quien ha resaltado que “llevamos cuatro ediciones de Flautamza, han venido músicos de Andalucía, País Vaco, Aragón y, ahora, Cataluña y la verdad es que es un placer para la Asociación de Tamborileros Zamoranos poder crear un festival pionero en España. Es una manera de hacer salir las músicas populares. Estos eventos son importantísimos para que no se pierdan y que podamos unir influencias populares las diferentes zonas de España para que un día tenga la relevancia que se merece.”

Flabiol y tamboril son dos instrumentos muy apreciados en el folclore popular que ayudan a incidir en la relevancia de las tradiciones en la sociedad a través del sentimiento. Un amor interior que a través de la música sale a flote para relanzar las tradiciones y la cultura popular, en resumen, ayuda a transmitir el ADN de una sociedad que como en el caso de la zamorana no se entendería sin su folclore y tradiciones.