El abandono de la actividad resinera también amenaza a los pueblos
Un equipo multidisciplinar de investigadores ha realizado un novedoso estudio que integra una evaluación ecológica y una valoración económica en torno a los bosques de pino resinero (Pinus pinaster) y al aprovechamiento de la resina en España, una actividad que jugó un importante papel durante el siglo XX en el desarrollo económico y social en las zonas rurales y que, a partir de 1980, sufrió un importante declive.
El pino resinero se distribuye ampliamente por buena parte del territorio español, aunque la mayor parte de la producción resinera española procede de masas de Castilla y León. Curiosamente, en los últimos años el sector se ha visto favorecido por la crisis económica y la falta de oportunidades en el mundo rural, donde muchas personas en situación de desempleo volvieron a barajar la opción de extraer resina para salir adelante.
Así lo explica en declaraciones a DiCYT Mario Soliño, primer autor de este trabajo. “Se ha pasado de hablar de la certificación de la resina natural procedente de los montes de Castilla y León como alternativa de futuro, a un escenario totalmente diferente en el que los precios de la materia prima se han incrementado, lo que ha provocado un aumento en el número de trabajadores en la resina y que se dejasen de lado, aunque no del todo afortunadamente, alternativas más a medio y largo plazo para el sector”.
Con el objetivo de ahondar en la situación actual y futura de ‘Pinus pinaster’ y de la extracción resinera en el país, un grupo de especialistas en ecología, selvicultura, gestión forestal, sistemas de información geográfica, y economía ambiental, entre los que se encuentra Soliño, ha realizado un novedoso estudio en el que combinan todas estas líneas de investigación.
El trabajo parte de un proyecto de investigación europeo Interreg denominado ‘Sust-Forest’ y liderado por Cesefor, que ha venido colaborando con el INIA en numerosas investigaciones en torno a la especie y a la resinación. Ahora, en un artículo publicado en la revista ‘Science of The Total Environment’, presentan de forma integrada los resultados de la evaluación ecológica y la valoración económica. En el apartado ecológico, los investigadores muestrearon la diversidad de plantas vasculares. Junto con otros datos con los que ya contaban y con información de otros sistemas forestales recogida en bases de datos, han podido evidenciar que, efectivamente, los sistemas forestales resineros no son los que mayor biodiversidad acogen en comparación con otros sistemas forestales.
No obstante, subraya Soliño, “el eventual abandono de estos sistemas resineros es peor opción en términos de diversidad ecológica”. Tal y como detalla, los pinares, por el hecho de estar resinados, no difieren en diversidad respecto a otro tipo de pinares, es decir, que la resinación “no influye en la diversidad de plantas vasculares”.
Encuesta a población castellana y leonesa
Paralelamente, los investigadores realizaron una encuesta a 1000 residentes en Castilla y León acerca del mantenimiento de esta actividad forestal, con la que han podido evidenciar “que su desaparición produciría una indudable pérdida de bienestar social” cifrada en 204 millones de euros.
“Hemos valorado diferentes intangibles asociados al sistema de pinares resinados. Hemos observado que la gente experimenta un cambio de bienestar positivo a mayor nivel de biodiversidad pero con un punto de saturación, es decir, que llegando a un cierto nivel ya no es tan importante”, precisa el investigador. Asimismo, uno de los aspectos más valorados por los encuestados respecto a la actividad resinera fue la reducción del riesgo de incendios forestales.
De este modo, el abandono de esta actividad forestal tradicional conduciría a una pérdida del bienestar social más allá de la actividad económica. Por ello, los investigadores abogan por mantener una investigación continuada en el tiempo en diferentes líneas. “Sinceramente, creo que volveremos a hablar de certificación, de cohesión territorial y de otras cuestiones culturales ligadas al sector resinero. Y, como no, volveremos a hablar de genética, de mejora de las masas y, quien sabe, del sector de la resina en zonas más al norte que van a ver cómo sus condiciones climáticas varían a lo largo de las próximas décadas”, augura Soliño.