La contracrónica: El Tormes y su enésimo 'desembarco del Rey'
Una inusitada representación del conocimiento global se concentra este lunes en Salamanca. El IV Encuentro de Rectores Universia aterriza en la capital del Tormes para formar parte de los actos de celebración del Octavo Centenario de la USAL, pero además para constituir en sí mismo un evento educativo de primer nivel internacional. Salamanca es hoy el epicentro mundial del conocimiento. Más de 700 rectores pertenecientes a 26 países que representan a más de 10 millones de estudiantes. Casi nada. Grandes cifras que describen un gran despliegue. La Universidad de Salamanca con el apoyo del Banco Santander ha organizado un detallado encuentro con una cuidada puesta en escena que a buen seguro ha satisfecho a tantos y tan ilustres visitantes.
Ilustres como el Rey de España, Felipe VI, que ha presidido el acto inaugural junto al presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza, y la presidenta del Banco Santander y de Universia, Ana Botín. Además, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, el secretario de Estado del área, Marcial Marín, el presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, la presidenta de Las Cortes, Silvia Clemente, el consejero del ramo, Fernando Rey, y otras personalidades como el expresidente del Gobierno, Felipe González, amén del máximo anfitrión, el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, entre otros, han estado presentes. Todo un elenco de representantes públicos que ha dotado de oficialidad a un evento con profundo significado humanista y que trae preguntas y respuestas sobre la educación del futuro.
Menos 'politiqueo' y más debate educativo. Bravo. Desde bien temprano el despliegue de medios ha estado a la altura. Sirva como ejemplo la emisión del programa 'Hoy por hoy' de la Cadena SER que Pepa Bueno ha conducido en directo desde un set acristalado que daba a la calle y permitía seguir su evolución. Fuera, cientos de acreditados buscando el acceso más adecuado a un Palacio de Congresos lleno hasta la bandera. Muchos son los forasteros que han arribado a la ribera del Tormes, como el enésimo 'desembarco del Rey'. No en vano, la Plaza Mayor es hoy coqueto marco de 'selfies' y orgulloso escenario de un buen número de paseos de 'primera vez'. Los que más le gustan. Anoche, cena en el Colegio del Arzobispo Fonseca y esta mañana, algún rostro ojeroso que contagiaba bostezos y miraba el reloj.
Y no habrá sido por falta de espectáculo. La jornada se ha abierto con un panel en el que han participado Leila Janah, Pam Fredman y María José Alonso, que ha conducido la televisiva periodista charra Esther Vaquero. Excelente durante toda la mañana. Después, luces, pantallas y acción. Hasta siete monitores flanqueaban el central (cinco por encima y dos a los lados) para la proyección de una introducción que jugaba con las luces y que también ha requerido el uso del techo para cuadrar una acertada píldora audiovisual que ha asombrado a propios y extraños. Entre bambalinas, me cuentan técnicos que han trabajado sin parar desde el viernes y que han instalado 18 proyectores “solo” para 30 segundos de reproducción. Es lo que tiene.
Más tarde han llegado los parlamentos. El presidente Herrera ha abierto el fuego recordando que los fines últimos de la universidad son crear, enseñar y transferir conocimiento. Vale. Desde la argentina Universidad de Buenos Aires, el rector Alberto Barbieri ha caído en viejo peligro de extenderse en un interminable rosario de agradecimientos. Bueno. Le ha seguido Ángel Gurría, el mexicano secretario de la OCDE, que ha mostrado un discurso con más contenido, atacando la fragmentación social y política y señalando al entorno educativo como canal para encontrar las soluciones del mañana. Bien. Ahora seré el único, pero no citaré a Unamuno. Vaya. Ana Botín ha ejercido de mecenas y ha destacado los valores de la USAL como institución innovadora, global, interdisciplinar y diversa.
Los dos jefes del estado de la Península Ibérica han quedado para el final. Cerrando 'el cartel'. Primero, el presidente portugués Rebelo de Souza, ha apelado a su eterna condición de profesor, aparcando su efímera posición de mandatario, para hablar, como él mismo ha indicado, desde el corazón. No en vano, ha sido capaz de arrancar hasta dos aplausos espontáneos durante su discurso. El primero, cuando ha hecho esta distinción, y el segundo, cuando se ha referido a España como “una y eterna en su proyección en todo el mundo”. Quién sabe si por aquello de 'una'. Quién. Y una España es la que reina Felipe VI. Con un discurso más técnico y sobrio, el Jefe del Estado ha llamado a la defensa del prestigio de la universidad y ha manifestado que el futuro requiere reformas y actualizaciones. ¿Paradójico? Para gustos.