jardin plaza mayor salamanca

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Región

Se acabó la guerra en Salamanca

1 junio, 2018 13:42

El rodaje de la película ‘Mientras dure la guerra’ de Alejandro Amenábar ha propiciado durante varios días imágenes para los nostálgicos en la Plaza Mayor de Salamanca. Para los más afines a ideologías de izquierdas, al ondear la bandera republicana en el Ayuntamiento. Para los simpatizantes del franquismo, al poder ver de nuevo al dictador en el ágora charra en carne y hueso, aunque fuera un actor.

Y es que el filme está ambientado en la Guerra Civil Española a través de Miguel de Unamuno y el dictador Francisco Franco. Por eso, la capital charra ha regresado casi un siglo atrás. Pero se acabó la guerra y la Plaza regresa a su imagen habitual, desmontando el local de la época y un parterre que simulaba parte de los jardines que existían en la Plaza Mayor en el tiempo histórico en el que se ambienta el filme.

“Este proyecto es muy especial para mí al tratarse del primero que ruedo en lengua española después de mucho tiempo, cuando hice Mar adentro en 2004. Pero sobre todo es especial por tratarse de una historia real que pese a retratar el pasado reciente de España, habla muy directamente sobre su presente”, afirma el director Alejandro Amenábar.

‘Mientras dure la guerra’ cuenta con un equipo técnico liderado por Fernando Bovaira en la producción ejecutiva y en el que destacan Alex Catalán como director de fotografía, Juan Pedro de Gaspar en la dirección de arte, Sonia Grande como diseñadora de vestuario, Eva Leira yYolanda Serrano como directoras de casting y Ana López-Puigcerver y Belen López-Puigcervercomo responsables de maquillaje y peluquería y Nacho Díaz en maquillaje especial. El rodaje se desarrollará durante ocho semanas en Salamanca, Toledo y Madrid.

Sinopsis

España. Verano de 1936. El célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la sublevación militar que promete traer orden a la convulsa situación del país. Inmediatamente es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca.

Mientras, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una exitosa campaña con la secreta esperanza de hacerse con el mando único de la guerra. La deriva sangrienta del conflicto y el encarcelamiento de algunos de sus compañeros hacen que Unamuno empiece a cuestionar su postura inicial y a sopesar sus principios. Cuando Franco traslada su cuartel a Salamanca y es nombrado Jefe del Estado de la zona nacional, Unamuno acudirá a su Palacio, decidido a hacerle una petición…