Dicen que la felicidad no es un estado al que llegar sino una manera de viajar y lo cierto es que en el estadio José Zorrilla se lleva viajando a lomos de ese término, al que todo ser humano quiere llegar, desde hace más de un mes y hoy los fieles aficionados del Real Valladolid han alcanzado su máxima felicidad cuando Cuadra Fernández ha pitado el final del choque ante el Numancia que ha finalizado con 1-1.

Nadie se acordaba ya de aquel 18 de mayo de 2014. Ese infausto encuentro en santuario blanquivioleta que certificaba el descenso a Segunda tras el choque en el Villamarín de la semana anterior y los cuatro años de travesía por el desierto de un club, a nivel institucional que parecía no dar con una tecla que se ha tocado esta temporada en el momento exacto.

El choque de vuelta ante el Numancia ha estado marcado por el 0-3 de la ida en el que el Real Valladolid demostró, como hizo ante el Sporting de Gijón, que era el que mejor llegaba a este Playoff de ascenso tanto si hablamos de nivel físico como si ensalzamos un nivel mental del que Sergio tiene mucha parte de culpa.

El técnico catalán cogió un equipo hundido hace apenas dos meses para llevarlo a la máxima categoría del fútbol español con un fútbol dinámico y espectacular que ha devuelto, tras mucho tiempo, la esperanza a una afición volcada con el equipo.

El encuentro de esta tarde en Zorrilla arrancó con un Numancia que lo intentó desde el principio con el poderío de un Diamanká que es de lo más destacado de este gran equipo de Jagoba Arrasate que ha se ha quedado a la orilla del ascenso pero que a buen seguro volverá a intentarlo el año próximo.

Poco a poco el Pucela fue quitándose el dominio visitante y empezó a atacar  con un Pablo Hervías desatado. La jugada más clara de los locales iba a llegar en el 28 de partido tras un gran envío al saque de una falta botada por Borja y rematada por Kiko Olivas cuyo cabezazo se iba a estrellar contra la cepa del poste.

El Numancia lo intentaba pero no encontraba ese gol que le metiera en el choque y con el 0-0 se iba a llegar al descanso, tras el cual, el técnico del conjunto soriano iba a sorprender con un triple cambio en busca del imposible.

Pese a esa búsqueda de reacción el conjunto de Sergio González seguía teniendo el control del juego y la segunda parte fue una fiesta en la que la pudo ver la ola en el santuario blanquivioleta después de mucho tiempo y las reivindicaciones como el “Mata quédate”.

Llegaba el momento de los cambios y de las ovaciones. Toni, Hervías y Masip fueron los receptores de los aplausos de un estadio José Zorrilla que no dejaba de botar. Con la fiesta llegó el tanto de Manu del Moral que iba a ser neutralizado minutos más tardes con el gol de Mata.

Al final, 1-1 y el Real Valladolid que se cuela en la máxima división del fútbol español al cántico de "¡Pucela es de Primera!".

Ficha Técnica:

1-Real Valladolid: Masip (Becerra, min.85), Antoñito, Kiko Olivas, Calero, Nacho; Borja, Anuar, Hervías (min.80, Ontiveros), Toni (Gianniotas, min.75), Óscar Plano; Mata.

1-C.D. Numancia: Antonio Fernández; Ripa, Dani Calvo, Elgezabal, Markel; Diamanká (Manu del Moral, min.46), Nacho, Pere Milla (M.Mateu, min.46), Escassi, Íñigo Pérez, Higinio (Guillermo min.46).

Goles: 0-1, Manu del Moral, min.86. 1-1, Mata, min. 92.

Árbitro: Cuadra Fernández (C.Balear). Amonestó a Elgezabal y Markel por el Numancia y a Hervías por el Real Valladolid.

Estadio: José Zorrilla, 24.677 espectadores .