El hombre de 40 años detenido ayer por la Policía Nacional de Salamanca como presunto autor de un delito de agresión sexual sin penetración, tras abordar a una joven cuando se encontraba caminando por el paseo fluvial, a la altura de la calle Río Carrión, llevó a cabo una repugnante actitud incluso después de producirse los hechos.

Según informa la Comisaría, la víctima denunció que al llegar a una especie de ruinas de un molino de agua, observó a un individuo, al que ya había visto al comenzar su paseo, que se acercó hacia ella con su miembro viril fuera del pantalón, la agarró de los brazos y la empujó hacia la maleza. Le sujetó la espalda contra un árbol caído y la desnudó, efectuándole tocamientos por todo el cuerpo.

El agresor le dijo que solamente quería tener sexo, tumbándose sobre ella, aunque sin llegar a la penetración, mientras ella se defendía con golpes en la cara, patadas y arañazos, repitiendo continuamente su negativa, hasta que finalmente el hombre se retiró, observando cómo se masturbaba.

La víctima pretendió entonces hacerle unas fotografías con su teléfono móvil, algo que evitó el agresor quitándoselo y arrojándolo entre la maleza, tratando de convencerla para que no denunciara. Pero la joven cogió su bolso, las llaves y sus ropas y se dirigió, descalza, ya que sus sandalias se habían roto durante la agresión, hasta donde sabía se encontraban las dependencias de la Policía Local.

Los agentes regresaron con la víctima al lugar de los hechos para tratar de recuperar el teléfono, sin resultado, la acompañaron a su domicilio para recoger unas zapatillas y posteriormente al centro hospitalario, siguiendo el protocolo establecido para víctimas de agresiones sexuales. Mientras, pudieron identificar al presunto autor de los hechos, que fue detenido en la mañana de ayer, siendo puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia.