“El ambiente en estas fiestas de San Pelayo es de alegría y de muchas ganas de disfrutar. Hace años que no veía tanta ilusión y eso se lo debemos a nuestros jóvenes que nos transmiten su energía y sus ganas de pasárselo bien”, asegura Raquel Sánchez Villorejo, alcaldesa de Olivares de Duero.

El municipio vallisoletano celebra desde el pasado viernes y hasta este martes unas fiestas de San Pelayo que se recordarán por la diversión con muchas actividades con discomovidas, fiestas de la espuma o la Holi-Vares del sábado, que llenó de color la localidad pucelana, como principales atractivos.

En esta mañana calurosa de martes, Olivares de Duero ha celebrado un recorrido con el rey, la reina, el príncipe y la princesa de estas fiestas en las que las calles del pueblo se han engalanado, y los asistentes también, al paso de los auténticos protagonistas de estos días, los que mejor se lo han pasado.

Esta celebración, como nos cuenta su alcaldesa, que prácticamente pone el punto final a cinco días para el recuerdo, simboliza “la unión del respeto a las tradiciones” con el fin de unir al municipio “con un solo objetivo” como es el de “disfrutar de estos días dejando de lado las diferencias”.

El rey, Rodrigo Beltrán y la Reina Lara Cortijo, de 18 años, y la princesa Almudena Nieto y el príncipe Marín Krasimov, de ocho, han partido desde la Plaza Mayor hasta la Iglesia de San Pelayo, el edificio más destacado dentro del casco urbano de Olivares, de estilo gótico y que fue construido en el siglo XV.

En su caminar por la Plaza Mayor, reyes y príncipes se han encontrado con decenas de personas que les aplaudían y les acompañaban en su peregrinar por el pueblo hasta la Ermita para volver posteriormente a la Iglesia de San Pelayo en una mañana que no saldrá de la memoria de los cuatro protagonistas.

Tras el recorrido se ha rendido homenaje al patrón del municipio, San Pelayo, en una misa en su honor. El más querido de los habitantes de Olivares de Duero, como nos cuenta Raquel Sánchez Villorejo, “jamás abandonó sus creencias y principios, ni siquiera bajo tortura”, apunta, añadiendo que “Olivares debe de recordar sus principios sin que nada ni nadie les corrompa”.

Tras la misa de una media hora, todo el pueblo ha salido en procesión cargado con San Pelayo que se ha dado un baño de masas desde la iglesia que lleva su nombre y hasta la plaza del pueblo, bajo el bello sonido de las dulzainas y con bailes que han hecho disfrutar a jóvenes y no tan jóvenes.

La localidad vallisoletana ha vivido hoy una mañana de martes única con este recorrido que ha llenado el municipio de elegancia, con vestidos únicos, y con mucha fiesta y diversión, en un día en el que los curiosos forasteros también han querido unirse a la fiesta.

Para esta tarde queda, a las 18:00 horas la Masterclass Digital de Zumba, antes de los Juegos Tradicionales y la merienda popular con el concurso de tortillas que tendrá como jurado a los pregoneros de las fiestas, antes de cerrar las mismas con la Orquesta Azabache.

“El deseo que tengo es el de que el espíritu de colaboración, civismo, ilusión y convivencia se extienda a lo largo del año”, ha asegurado la alcaldesa, y seguro que así será en este bello y coqueto pueblo de Valladolid.