Castilla y León

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Cospedal, juez y aparte

6 julio, 2018 03:04

El PP celebró esta jornada de jueves su primer proceso de primarias para elegir al que será el sustituto de Mariano Rajoy -que creó la guerra entre las facciones y al final, muy característico en él, se ha desentendido y ha dicho que no ha votado- al frente del partido. Cuando las cosas se hacen desde arriba, deprisa y corriendo, nunca salen bien. Al margen que nos digan que todo ha sido correcto -campaña, participación...- nada más lejos de la realidad. Quién se lo iba a decir en aquellos momentos a Fernando Martínez-Maíllo cuando salió a presentar este proceso. O sí lo hacían sabiendo qué hacían. Porque, al final, no serán los militantes, cerca de 70.000 de los 700.000 que aseguraban tener, los que decidan, sino, nuevamente un congreso con sus compromisarios.

El estudio que se puede realizar, más allá de los resultados en las diversas Comunidades, es que Soraya batió a Cospedal -la del 'aparato'- porque a quienes apoyó María Dolores para escalar y situarse en puestos de mando en el partido, llanamente la han traicionado. Tal cual, ay! Vayamos a Castilla y León, donde Soraya Sáenz de Santamaría ha resultado ganadora con diferencia, salvo en Ávila y Palencia, donde se impuso Casado. Vamos más allá... Zamora, donde manda Maíllo, arrasó Soraya -ya sabemos de los celos en el mando del partido mientras Cospedal era ministra y quien fue su sustituto en la dirección del partido-. Salamanca, donde manda Fernández Mañueco, también arrasó Soraya a Cospedal, un resultado que tiene un profundo análisis. Las bases hablaban de apoyar "en masa" a la ex vicepresidenta del Gobierno. Si la militancia charra decía eso, salvo ilustres y competentes cargos públicos que vistos los apoyos de Santamaría se 'pasaron' a Casado, ¿quién estaba detrás...? Cosas de la vida. Imagino que Cospedal tendrá un 'mosqueo' que 'paqué'.

Es que el número de votantes en Castilla y León se aproxima o supera en poco a los que ya ejercieron el voto en las primarias para presidente regional, donde ganó con abrumadora mayoría Alfonso Fernández Mañueco a Antonio Silván. Fácil es pensar que esos votos de Mañueco, a buen seguro, se han inclinado ahora por Soraya. La lectura de las provincias así lo atestigua. Valladolid anduvieron muy cerca Soraya y Casado, siendo el ejemplo más palpable de por dónde andan las fuerzas regionales. Como también en León. En Palencia gana Casado, Soria casi empatados -el partido fraccionado- y Burgos y Segovia son feudos pro Soraya.

Si salimos de Castilla y León, aún mandan y mucho los barones territoriales. Es el caso del incombustible y buen cocinero Javier Arenas, que tiene controlado todo el PP andaluz y allí arrasó su candidata, Soraya y, a la postre, inclinó la balanza a su favor en el cómputo nacional. Como también el País Vasco, con Alfonso Alonso haciendo la campaña a Soraya. No pudo Maroto, que apoyó a Casado. Galicia a Cospedal con Soraya en tercer lugar y Cataluña a Casado con Soraya la última. Y, por fin, Madrid, a Casado con una mayoría aplastante.

Ahora llega el gran combate. Ninguno de los candidatos que han pasado la criba, Santamaría y Casado, tiran la toalla. Bien claro lo han dejado en sus comparencias. De candidatura única, ni por asomo. Van a llegar al Congreso extraordinario de los días 20 y 21 de julio con las espadas en todo lo alto. Se avecina una guerra sin cuartel. Una lucha que dirimirá, paradojas de la vida, María Dolores de Cospedal. No se habían hecho públicos los resultados finales, aunque ya se había filtrado la victoria pírrica de Soraya -1.600 votos- cuando los compromisarios seguidores de Cospedal ya hablaban de apoyar a Pablo Casado. La diferencia es escasísima para poder hablar de un solo líder.

Pablo Casado se siente 'triunfador' en cuanto que se metió en la fase final dejando atrás a Cospedal y, además, irá a por el Congreso sabiéndose que cuenta con apoyos suficientes para conseguir ser elegido. Otro candidato, aunque con un escaso resultado que no llegó al 2% como José Manuel García-Margallo, ya dijo que "Soraya bajo ningún concepto". Pero es que además de los compromisarios votados en estas primarias, existe más de un 20% de compromisarios 'a dedo' que son el aparato.

Y para liar más la madeja, sale Cospedal esta misma noche y dice que hará valer su 26% en el Congreso. A lo que Pablo Casado considera que Cospedal ha tenido un "muy buen resultado" y que tienen candidaturas muy cercanas. Además, va mucho más allá al deslizar que hay candidaturas que no han pasado el corte pero con las que "se siente identificado". Y más sabiendo de la antipatía que se tienen Santamaría y Cospedal, que llega a tal extremo de no hablarse en público. ¡Toma ya!

Así las cosas, la 'guerra' en la elección del nuevo presidente del PP comienza en este momento. Ahora ya no existen los 'no me pronuncio'. Todos, completamente todos, han quedado retratados -como diría Pedrerol en su 'Chiringuito'-. Ya se sabe con quién ha ido cada uno de los líderes. No somos tan incautos de creernos eso del voto libre y secreto. Que lo es, faltaría más. Pero los resultados son los que son y cada cual que saque sus propias conclusiones. Y, como en toda batalla política por el poder, siempre hay vencedores y vencidos. Los que vencen mandan, los que pierden, ya se sabe, para casa. La inexorable ley de la política. El tiempo -escasos quince días- y el Congreso darán y quitarán sillones. Unos se tendrán que ir y otros llegarán. No hay más remedio.

Por cierto. Si tengo que hacer una quiniela, no tengo duda. Marco la casilla de que el próximo presidente nacional del Partido Popular será Pablo Casado. Una muy mala noticia para Albert Rivera. Son dos líderes jóvenes y con toda la fuerza de la juventud, con ideologías muy parejas, con discursos también parejos y además luchan por el mismo espacio político, los dos son 'aznaristas', pero Casado tiene a todo un partido fuerte y duro, muy duro, detrás, y Rivera, pues eso, lo que conocemos. Esperan interesantes tiempos en el centro derecha de este país. Muy interesantes, cachis!