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Una vida entre rejas para menores de tres años

9 julio, 2018 20:06

Un total de 78 menores de tres años viven con sus madres en prisiones en España, según datos facilitados a Europa Press por Instituciones Penintenciarias a fecha 30 de junio de 2018. Además, otros diez menores mayores de esta edad residen en viviendas dependientes de centros penitenciarios gestionadas por ONG. En España, hay tres prisiones con módulos para madres y una con módulo para familias que tienen ambos padres encarcelados.

La Asociación Ampara organiza, por cuarto año consecutivo, un campamento de verano para algunos de estos niños de cárceles de de la Comunidad de Madrid en Soria. Se trata de un total de 32 pequeños y 16 adultos -sus madres y padres- en su mayoría mujeres, que han recibido permiso de Instituciones Penitenciarias para salir y vivir en libertad durante seis días.

El campamento se lleva a cabo en Santa María de la Huerta, en Soria y el objetivo es que las familias disfruten de unos días al aire libre y mejoren sus vínculos materno-filiales. Para ello, cuentan con más de 40 voluntarios que organizan las actividades.

La iniciativa forma parte del programa 'Malala', a través del cual se realizan semanalmente talleres y salidas con los menores de tres años que viven en prisión. Para no perder la unión con la familia, también les acompañan hermanos que, por edad, han tenido que abandonar el centro.

Durante las vacaciones de los internos y sus hijos, no les acompaña ningún funcionario de prisiones y sólo pueden recibir este permiso si han cumplido la mayor parte de la condena, superan la evaluación del centro y el juez lo autoriza. En el caso de que no lo obtengan y el niño tenga más de 10 meses, si la madre está de acuerdo, la Asociación se lo lleva y le atiende un voluntario.

"Las mujeres que participan en nuestro proyecto se sorprenden ante cualquier muestra de cariño. Se sienten estigmatizadas. Es como si llevaran tatuado en la frente que son presas --ha explicado en una entrevista con Europa Press la presidenta de Ampara, María Becerril--. Por eso, disfrutan estos días, reciben un trato igualitario".

Ampara es la única entidad autorizada en la Comunidad de Madrid para atender a menores de tres años que viven en prisión mientras sus madres cumplen condena. Trabajan en el centro penitenciario de Aranjuez y en la Unidad de Madres del Centro de Inserción Social Victoria Kent, en el que residen mujeres que han obtenido el tercer grado.

¿Qué pasa cuando cumplen los tres años? 

Las madres encarceladas pueden convivir con sus hijos en prisión hasta que cumplan los tres años, momento en el cual los niños deben abandonar la Unidad de Madres. Se considera que a partir de esa edad, vivir en prisión, puede interferir en su desarrollo y generar recuerdos.

Las opciones son que el menor vaya a vivir con familiares -pero muchas de las madres son extranjeras sin vínculos en el país- o a una vivienda dependiente -pequeños hogares para internas en régimen de semilibertad- con la madre. Cuando no se puede recurrir a una de estas dos opciones, los niños quedan bajo tutela de la administración, pero es poco común. "Rara vez hay que recurrir a la acogida", añade Becerril.

El programa 'Malala' busca potenciar los vínculos materno-filiales de estas mujeres con sus menores más pequeños y aquellos más mayores con los que no conviven. "La experiencia es un ejemplo de convivencia para todos. Cuando termina nunca queremos volver", concluye la directora del programa, Charo Escudero.