La moción de censura deja a niños sin campamento de verano
El programa de inmersión lingüística del Ministerio de Educación para alumnos de primero y segundo de Educación Secundaria Obligatoria ha dejado sin campamentos de verano a 600 niños de toda España, entre ellos de Salamanca. ¿El motivo? Las consecuencias de la moción de censura que propició el cambio de Gobierno.
Se trata de las ayudas para campemantos que cada año publica el Ministerio, este año con 1.100 plazas para un curso y 1.100 para otro, con la novedad de que se reservaba un 10% de ellas a alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo. Colonias en las que se trabajarán prioritariamente los aspectos orales del aprendizaje de la lengua inglesa durante el mes de julio.
Sin embargo, las empresas que se presentaron al concurso sólo llegaron a sumar 1.600 plazas. El problema estaba en vías de solución cuando se produjo la moción de censura, y con ella el cambio de Gobierno, por lo que se paralizó la actividad del Ministerio de Educación y cientos de familias se quedaron sin una plaza en los campamentos que tenían inicialmente garantizada.
Entre los afectados a niños salmantinos. "Nos dijeron que no habría problema para entrar a las ayudas, pero pasaban las semanas sin tener una respuesta, dónde había que ir, qué día, qué condiciones, y de repente vemos que nos han dejado en la lista de espera. Y claro, ya siendo finales de junio, con otros campamentos llenos, a ver qué hacemos ahora con el niño para que pase el verano", explican a NOTICIASCYL.
Se da la circunstancia de que Salamanca es una de las provincias que acoge este tipo de campamentos lingüísticos. Hasta aquí han venido niños de toda España, pero el caos en la adjudicación de plazas ha provocado por ejemplo que una familia de Sevilla tenga a uno de sus hijos en Salamanca y su hermana melliza se haya quedado fuera de la lista. "Nos dijeron que reclamáramos para que dieran una solución y al menos pudiéramos entrar en el siguiente turno de la segunda quincena de julio, pero no ha servido para nada la protesta. Es una vergüenza que se juegue así con la gente, pero sobre todo con la ilusión de los niños", añade la familia salmantina afectada.