¿Cómo llega el Ayuntamiento de Campaspero al último año de legislatura?

Ahora estamos con un trabajo de puesta al día porque hemos cambiado de secretaria y hay que revisar proyectos y mucha tramitación pendiente. En estos días empezamos la campaña estival con un ritmo frenético de actividad, especialmente para los niños y niñas, tanto a nivel cultural, como deportivo y de ocio. Organizamos talleres, campamentos deportivos; también por las noches hay visitas para ver las estrellas con aficionados a la astrología.

¿Qué proyectos están en marcha en cuanto a infraestructuras municipales?

Este año estamos ejecutando los planes provinciales, con 125.000 euros para adecuar el parque, sustituyendo la arena y con una mejor disposición de los columpios que vamos a renovar también. Después estamos pavimentando varias calles que nos habían solicitado los vecinos. También tenemos un convenio con Somacyl para la depuradora, que sólo está a falta de la conexión eléctrica para entrar en funcionamiento. Era una inversión necesaria para poner al día la depuración de agua y esperamos que esté a pleno rendimiento en otoño o invierno.

La piedra es una gran referencia para Campaspero, es lo más reconocible

Históricamente ha tenido un gran prestigio y valor y se demuestra en que está presente en buena parte de los edificios de referencia de Valladolid, como la Antigua o la Catedral, así como en Peñafiel o en Cuéllar. Es la única cantera de piedra natural abierta en Valladolid. Ahora hay tres empresas que hacen el proceso completo de extracción, trabajo en taller y colocación; las tres tienen ámbito internacional, están exportando piedra por todo el mundo. El mercado más potente es Francia, porque tienen mucho patrimonio y utilizan piedra de Campaspero en las restauraciones. También estamos viendo que una tendencia con gran desarrollo es su uso para cuartos de baño.

Pero Campaspero es mucho más que su afamada piedra.

Desde luego, por ejemplo en el sector primario estamos a la espera de que no venga ningún pedrisco que estropee la cosecha, tenemos buen cereal, cultivamos hasta lentejas, la patata ‘mona lisa’ que está muy bien considerada, la remolacha que ahora está un poco en decadencia pero fuimos el número 2 a nivel nacional hace años. En el sector servicios tenemos autónomos de todo tipo de oficios, tenemos cinco sucursales bancarias que es algo notable para un pueblo de nuestro tamaño. El orgullo de Campaspero es nuestra actividad económica.

Y no podemos hablar de actividad económica en Campaspero sin citar a Mannix.

El restaurante Mannix es un lujo para nosotros, con su lechazo asado como plato estrella. Es el templo del lechazo, el número 1. A mi me enorgullece que gente joven como la que está gestionando el restaurante hayan cogido el relevo de los padres y abuelos, porque son la quinta generación dedicada al lechazo asado. Me encanta ver la actividad que genera en el municipio y la imagen que dan del pueblo, vinculada a la calidad.

Tenemos al asador de lechazo número 1

El calendario de actividades veraniegas tiene varios puntos fuertes, como la concentración de motos

Este sábado celebramos la quinta concentración de moteros Los Pedreros, la organiza un grupo de aficionados a las motos y la verdad es que mueve a mucha gente, se acaba convirtiendo en una jornada festiva para todo el pueblo.

Las recreaciones históricas están teniendo un gran auge en la provincia en los últimos años y Campaspero tampoco se va a quedar atrás.

A final de julio, el día 29, con la agrupación de teatro El Pedregal y la asociación de amigos de Campaspero, junto con el Ayuntamiento, han promovido una recreación histórica que se titula ‘En el campo te espero’. Vamos a descubrir una piedra en la que aparece un grabado que recuerda a los primeros pobladores de Campaspero, nos remontamos al siglo XI., que va a quedar instalada en el Museo de la Piedra. Después habrá un desfile ataviados con las ropas de la época y, por último, una recreación para contar cómo fue la leyenda del siglo XI, cuando en la época de la reconquista, entre los habitantes de Cuéllar y Peñafiel se disputaban los territorios entre ambas localidades. Los pastores de uno y otro territorio coincidían en las mismas parcelas y surgía el conflicto. Va a ser el primer año que se haga y tenemos mucha ilusión, pero también es mucho trabajo para preparar la ambientación de las calles, la indumentaria de la gente…

En agosto llegan las Fiestas de Santo Domingo, ¿qué ofrecerán este año?

Son el punto caliente del verano, el 8 de agosto es el día del patrón acompañado de cinco jornadas de fiestas. Hace 40 años la fiesta grande era la de la patrona en primavera, pero ahora es cuando viene más gente, visitantes, hijos del pueblo que están fuera y vuelven en esas fechas. Hay muchas actividades con las peñas, los acontecimientos religiosos, aún tenemos que acabar de definir el programa pero será intenso.

El gran reto al que se enfrentan todos los municipios en el medio rural es la despoblación, ¿cómo está afectando a Campaspero?

Desafortunadamente es la batalla que tenemos pendiente. Toda la actividad económica que tenemos es lo que nos está permitiendo que no afecte mucho. Es obvio que hay una sangría de población joven que afecta a todo el medio rural. También es verdad que en pueblos de 1.000 a 5.000 habitantes somos los primeros en tener el menor desempleo. Desde los ayuntamientos siempre tratamos de dar facilidades para que la gente se empadrone, para que residan en el pueblo y puedan trabajar aquí. El problema es que la gran mayoría de jóvenes se van a estudiar fuera y casi todos encuentran más oportunidades fuera que en su pueblo de origen.

Estamos en un año preelectoral, ¿cómo ve las elecciones municipales de 2019?

Aún hay meses por delante para que se designen las candidaturas. Estoy satisfecho porque el pueblo marcha y funciona. Pero ya se verá si me presento o no.