Casado reivindica la legitimidad de los compromisarios para elegir
El candidato a la Presidencia del PP, Pablo Casado, ha reivindicado este sábado la "legitimidad" de los compromisarios para elegir al sucesor de Mariano Rajoy al frente del partido y ha realizado una reivindicación de los principios clásicos del PP, como la vida, la familia, la unidad de España o la lucha contra el terrorismo.
En su discurso ante los más de 3.000 compromisarios reunidos en el hotel Marriot Auditorium de Madrid, Casado ha defendido la necesidad de brindarles la oportunidad de elegir a su próximo líder igual que los militantes pudieron votar en la primera vuelta. "Los militantes votaron sabiendo que era una selección previa para un Congreso. A lo mejor no hubieran votado lo mismo en otro caso", ha puntualizado ante la insistencia de Santamaría de haber unido candidaturas para evitar la elección en las urnas.
Eso sí, en un discurso interrumpido varias veces por los aplausos y con gritos de 'presidente', Casado ha asegurado que trabajará la lograr una integración "real" tras el Congreso si resulta elegido y ha reivindicado el legado con el que llega hasta este punto, con un trabajo como vicesecretario de Comunicación durante años difíciles, yendo "a los platós a los que nadie quería ir y dando las ruedas de prensa que nadie quería dar".
En este punto, Casado ha proclamado ante el auditorio los principios que a su juicio debe enarbolar el PP para recuperar la confianza de los ciudadanos, tales como la vida, la familia, la unidad de España o la lucha contra el terrorismo. "Me presento para enarbolar los principios que nos han dado sentido, para reivindicar los valores que son nuestra columna vertebral, volver a las ideas que nos han convertido en una fuerza política imparable", ha enfatizado logrando levantar en varias ocasiones una ola de aplausos del público.
Conquista de Tabarnia
En primer lugar, ha subrayado que el PP es "el partido de la libertad" y de las personas, a las que "no colectiviza" sino que trata de manera individualizada. Y en este bloque ha incluido la bajada de impuestos, la innovación, el emprendimiento e incluso la libertad en otros países como Venezuela, Nicaragua o Cuba.
Pero además ha puesto el foco en su defensa "sin complejos" de la vida y la familia. "Eso no es derechas ni de izquierdas, es la base social de cualquier país", ha reivindicado insistiendo en que "no hay nada más progresista" que defender la vida, la natalidad, la conciliación a la vez que ha anunciado su oposición a una ley de la eutanasia por "injusta e innecesaria" y criticar la ley del aborto del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
En cuanto a España, ha definido un país "plural, diverso, unido, fuerte, cohesionado y vertebrado" y ha asegurado su defensa del país "con la misma firmeza" que tuvo el expresidente Mariano Rajoy a la hora de afrontar el desafío secesionista de Cataluña, donde ha apelado a la recuperación de la llamada Tabarnia y "liderar la España de las banderas y los balcones".
También ha abordado la corrupción recordando las medidas adoptadas tanto en el Congreso para "sancionar y prevenir" estas prácticas como las decisiones internas. Pero también ha avisado de que hará "que se respete al PP". "Ya basta de juicios paralelos y dobles condenas", ha advertido.
Feijóo, "orgullo de presidente"
Casado se ha presentado ante los compromisarios "como uno más" --ha mostrado su carnet de afiliado-- y ha tenido palabras para el resto de candidatos que optaron a la Presidencia, destacando su agradecimiento a la hasta ahora secretaria general, María Dolores de Cospedal, por haber "dado la cara en las peores circunstancias por el partido".
En este contexto, se ha dirigido también a todas las comunidades autónomas y se ha detenido especialmente en la Galicia de Alberto Núñez Feijóo, a quien ha elogiado por haber renunciado a sus intereses "personales" para estar en Galicia. "Qué orgullo de presidente tenéis en Galicia. Os garantizo que no lo tendré lejos e insistiré para que siga siendo la referencia nacional imprescindible que todos queremos", ha dicho sobre el presidente de la Xunta, quien ha evitado durante el proceso mostrar su apoyo expreso a un candidato.
Pase lo que pase en el Congreso, Casado ha asegurado que los 'populares' saldrán de él "más fuertes y más unidos", por lo que ha presumido de no haber realizado llamadas para pedir el voto y ha pedido que los compromisarios voten "con libertad, con corazón, con cabeza, sin indicaciones y sin etiquetas".
Él ha ofrecido "ilusión" si se convierte en el próximo presidente del PP, que los militantes "vuelvan a sentir el orgullo del mejor partido de España". "Que vayáis por la calle pisando fuerte", ha pedido como forma para recuperar los tres millones de votos perdidos que permitirían al PP gobernar sin alianzas parlamentarias.
El partido de la España que madruga
Para ello cree que hay que poner en marcha una renovación "tranquila, constructiva y de futuro" que suponga "un cambio de etapa" y que integre a todas las sensibilidades, generaciones u orientaciones del PP. "Renovación es contar con todos, abrir puertas y ventanas para conseguir que el partido se abra a la sociedad, recuperar plataformas cívicas y el espacio que han quitado algunos partidos", ha argumentado.
Y ha definido al PP como un partido "de base" que se dirige a las clases medias. "Somos el partido de la España que madruga", ha asegurado nombrando a los autónomos, pensionistas, jóvenes, mujeres, agricultores y ganadores o desempleados "que madrugan sabiendo que con el PP es mucho más fácil conseguir un empleo".
Casado ha insistido en que quiere tomar las riendas para no quedarse como "comentarista" de lo que ocurre sino volver a liderar la sociedad, todo ello con "orgullo" y sin "revisionismo". Y ha ofrecido un proyecto "de manos blancas, bolsillos vacíos, mente clara y corazón enamorado de España".