Castilla y León
Los caminos de los vuelcos en cunetas
El verano es la época de mayor concentración de fiestas patronales en los pueblos. Momentos para la juerga nocturna entre la juventud, donde el cóctel entre diversión y consumo de alcohol es predominante. Muchos llegan desde pueblos de los alrededores, pero al terminar la fiesta, llega el momento de regresar, y en lugar de terminar en la cama durmiendo, acaban en pesadilla en el hospital.
Cada vez son más los jóvenes que regresan en coche a casa de madrugada a través de caminos rurales para evitar los controles de alcoholemia de la Guardia Civil, apostados en las carreteras de entrada y salida de los pueblos. Pero los agentes no pueden cubrir todo los caminos particulares entre fincas y este hueco es aprovechado por algunos conductores.
Sin embargo, al final el remedio puede ser peor que la enfermedad, pues la adherencia del vehículo no es la misma que sobre el asfalto, aunque la velocidad sea inferior, y hay más riesgo de accidente de tráfico. Generalmente salidas de vía que terminan en vuelco de coches en los que viajaban al menos tres jóvenes. Las estadísticas de la Guardia Civil son elocuentes entre junio y septiembre. Las de los ingresos en los hospitales con múltiples heridas, también.
