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Un muerto en Ávila por virus de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

10 agosto, 2018 09:43

Un hombre ha muerto en Ávila como consecuencia del virus de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Según informa Salud Pública, el pasado 4 de agosto ingresó en el hospital un cazador que había estado en Badajoz en contacto con vísceras y sangre de jabalíes, una zona con mayor presencia de este virus. Al sospecharse que pudiera tratarse de la fiebre, se tomaron muestras y los análisis lo confirmaron. Pero no había remedio para el paciente y murió ayer.

Según ha informado el mismo departamento, el paciente había participado a finales de julio en una actividad cinegética en la localidad pacense de Helechosa de los Montes, donde sufrió la picadura de una garrapata, lo que llevó a la sospecha de que pudiera tratarse de una infección transmitida por garrapatas. El proceso infeccioso le ocasionó fiebre elevada y un cuadro clínico que condujo al deceso a pesar de los esfuerzos del personal sanitario.

En cuanto se estableció la sospecha se pusieron en marcha los protocolos de actuación y coordinación entre las autoridades sanitarias del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y las comunidades autónomas de Castilla y León y Extremadura. Los Servicios de Epidemiología de la Junta de Castilla y León, en colaboración con los profesionales sanitarios del Complejo Asistencial de Ávila, trabajan para identificar a los posibles contactos del fallecido e indicarles el seguimiento a realizar que, en el caso de que hayan tenido un contacto estrecho, consistirá en vigilar periódicamente su temperatura corporal y comunicar a su epidemiólogo de referencia cualquier cambio en su estado de salud.

En concreto, del centenar de personas observadas, dos terceras partes es personal sanitario que le atendió y están dividas entre las de "nivel de riesgo alto" y "nivel de riesgo bajo", ha señalado la epidemióloga. Las primeras deben tomarse la temperatura dos veces al día y deben informar si sufren algún síntoma, mientras a las que forman parte del segundo deben dar cuenta si tienen síntomas como fiebre, diarrea, vómitos o algún otro de tipo gastrointestinal.

Por su parte, las autoridades sanitarias extremeñas, a través de la Dirección General de Salud Pública y de la Dirección de Salud del Área de Don Benito-Villanueva de la Serena, han tomando las medidas oportunas para informar a la población y a sus profesionales sanitarios "y de esta manera evitar en la medida de lo posible nuevas infecciones". Los servicios de epidemiología de ambas comunidades autónomas están en contacto permanente por si hubiera que establecer vigilancia de posibles contactos en Extremadura.

Ya el pasado mes de abril un estudio coordinado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad alertaba de que había detectado la presencia de garrapatas infectadas por el virus que causa la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en varias zonas de Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León. Pese al hallazgo, aseguran que el riesgo de contagio a humanos en España sigue siendo bajo. “No hay ningún tipo de alarma, no podemos descartar que aparezca algún caso esporádico de la enfermedad pero el riesgo es muy bajo”, explicaba entonces la directora general de Salud Pública del Ministerio, Elena Andradas.

Cabe recordar que desde 2016 se han producido varios casos de contagio de este virus, alguno mortal, como el de un abulense por una infección provocada por una garrapata. El ácaro transfirió al fallecido el virus al parasitarle durante un paseo por los alrededores de San Juan del Molinillo.

¿Qué es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo?

Es una enfermedad infecciosa provocada por un virus que se transmite por picadura de garrapatas del género Hyalomma. Es endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia. La enfermedad se disemina a través de varias especies de animales domésticos y salvajes, mientras que en humanos es una afección grave con una mortalidad que oscila entre el 10 y el 40%. Ahora bien, el contagio entre humanos solo es posible si se produce un estrecho contacto con la sangre, secreciones u otros fluidos de personas infectadas.

La mayoría de afectados son varones adultos con ocupaciones relacionadas con la ganadería: pastores, ganaderos, peones, matarifes y veterinarios. A veces se da en habitantes de ciudad que han contactado con tejidos infectados o picados por garrapatas en el curso de cacerías o excursiones.

Síntomas de la enfermedad

La infección animal es asintomática, pero no así la humana. El periodo de incubación es corto, de uno a tres días, máximo nueve si la infección se adquiere por picadura de garrapatas, y de cinco o seis días, máximo trece, en caso de exposición a sangre o tejidos de personas o animales infectados.

El comienzo es repentino, con fiebre, rigidez, escalofríos, dolor de cabeza intenso, mareo, dolor de cuello y rigidez, ojos doloridos, fotofobia, mialgia, malestar, con intenso dolor de espalda y dolores en las piernas. Las náuseas, el dolor de garganta y los vómitos son habituales al principio y es posible la aparición de dolores abdominales y diarrea. Entre el segundo y cuarto día es más frecuente la depresión y somnolencia, enrojecimiento cutáneo con conjuntivas inyectadas o quemosis. También un cuadrante superior derecho del abdomen blando.