El Real Valladolid y el Girona firmaron las tablas en el encuentro inaugural de LaLiga 2018/19. Los blanquivioleta arrancaron un empate en Montivili en su regreso a Primera y sumaron un punto que tiene que servir para afianzar el bloque y su compromiso.

Hasta siete jugadores del once inicial debutaron en Primera ante un rival que, con el aliento de su público, dominó la posesión pero sin crear excesivo peligro en la meta defendida por un seguro Masip. El cancerbero solo tuvo que emplearse a fondo cuando Borja peinó una falta lateral botada por Granell y la pelota se envenenó.

En el área contraria, los centrales gerundenses maniataron a Chris Ramos y el encargado de crear peligro era Toni. El canterano se mostró valiente e incisivo en la banda izquierda del ataque blanquivioleta, aunque al Pucela le faltó mordiente para poner a prueba a Bono. Los de Sergio González no estuvieron incómodos en Montilivi a pesar de no tener la posesión y se mostraron férreos y seguros ante el empuje y la mayor experiencia de los locales.

En la segunda parte entraron Verde y Óscar Plano para tratar de crear más peligro y mantener la posesión. El Girona también introdujo cambios ofensivos en busca de un gol que no llegó. Lo cierto es que las ocasiones claras brillaron por su ausencia en ambas áreas y los cancerberos apenas tuvieron trabajo.

El punto tiene que servir de punto de partida y volvió a demostrar la capacidad de trabajo y sacrificio de un grupo que hace apenas dos meses consiguió el ascenso. El próximo sábado Zorrilla recibirá al Barcelona.