El número de turistas en la provincia de Salamanca llega dos meses consecutivos a la baja respecto al año pasado, según muestran los últimos datos de ocupación hotelera publicados este vienes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Unas cifras que han hecho saltar la alarma porque se producen en junio y julio, dos de los meses de temporada alta para el sector, pero sobre todo después de que durante el último año y medio el turismo charro haya corrido tanto y acumulado más récords que el mejor atleta de todos los tiempos, Usain Bolt.

Además, estos datos llegan después de un primer semestre de récord, pues entre enero y junio hubo 440.750 visitas, seis mil más que el año pasado, que ya había superado los mejores registros históricos. Y son 30.000 turistas más que antes del estallido de la crisis.

Pero durante los dos últimos meses han venido menos turistas, sobre todo extranjeros, una de las principales fuentes de riqueza de Salamanca. Por ejemplo, durante el primer semestre dejaron más de cien millones de euros en total, teniendo en cuenta que el gasto se situó en 118 euros al día por persona de media, con una estancia media de casi una semana. Principalmente proceden de Francia, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos, con fuerte crecimiento del turismo asiático.

Entonces, ¿a qué se debe este descenso? ¿A que el año pasado fue muy bueno y superar estos registros es complicado? No parece a priori teniendo en cuenta que el primer semestre sí ha sido de récord, precisamente con meses sin ser temporada alta para el turismo. ¿La explicación está entonces en que el fuerte calor de este verano atrae más a los turistas hacia la playa? Habrá que ver los datos de estas zonas cuando concluya el verano para realizar una comparativa.

¿Y puede ser también que Salamanca ha exprimido la gallina de huevos de oro del turismo? No parece tampoco que esta sea por el momento la causa, pues no sólo aumenta la oferta de propuestas, tanto de apertura de museos como de nuevos espacios para visitar y oferta cultural, incluso se proyectan nuevos tesoros turísticos como el próximo mirador en la iglesia de San Esteban. Además, vienen menos turistas pero pasan más tiempo, batiéndose, en este caso sí, el récord de pernoctaciones. Habrá que esperar a los datos de agosto para ver si el descenso de turistas ha sido un espejismo o realmente hay que empezar a preocuparse.