Ni la estrella de cine más oscarizada habría tenido un recibimiento como el vivido en la Plaza Mayor de Zamora. Carlos Garrote, doble Campeón de K1 200m (Europa y Campeonato Mundial) llegaba a casa, a su Zamora, a recibir el cariño, el orgullo y el apoyo de su gente tras 365 días de esfuerzo, entrenamiento y sacrificio para lograr lo que hoy es un oro colgado a su cuello.

El retraso del vuelo de Garrote no mermó la expectación en su paseo por las calles zamoranas. Subido a un descapotable y portando las banderas española y de su ciudad natal, el campeón de campeones recorrió Santa Clara entre los aplausos y las enhorabuenas de la gente, que no dudaban en acercarse hasta el vehículo para estrechar su mano. Sonriente y emocionado, Carlos ha devuelto todas y cada una de las muestras de orgullo recibidas con la mejor de sus sonrisas y la mano en el corazón.

Llegando a la Plaza Mayor, Garrote se ha apeado del vehículo para ser recibido por las autoridades políticas de la ciudad. Acto seguido, ha comenzado el increíble baño de masas que el piragüista se ha dado al pasar por un improvisado paseo formado por los allí presentes con sus palas en alto. Tras conseguir cruzar la multitud, Garrote ha subido al escenario donde le esperaba su hermano de otra madre, el dj residente Ricky Galende, culpable en gran medida del recibimiento dado al deportista. Y empezó la fiesta. Dj y piragüista se fundieron en un abrazo lleno de emoción con los coros de la Plaza de fondo, que no dejaban de gritar el nombre de Carlos Garrote, zamorano campeón del mundo.

En el acto se han podido ver los vídeos de Carlos ganando la competición mundial, reportajes emitidos en televisión, seguimiento de redes sociales, etc. que han provocado la emoción y alguna lágrima del deportista al verse en pantalla grande. Tanto Diputación como Ayuntamiento han entregado sendas conmemoraciones agradeciendo a Garrote, no solo su esfuerzo, sino el haber puesto Zamora en boca de toda España. También se ha procedido a la firma de los libros de honor de las instituciones zamoranas en los que el palista ha dado las gracias “a Zamora y a los zamoranos por seguirme hasta la victoria”.

Finalmente, el doble campeón se ha dirigido a la multitud, abrumado e incrédulo ante el recibimiento de los zamoranos y con el firme deseo de lograr traer a Zamora una medalla olímpica en un futuro que esperamos no esté demasiado lejos.