Tras el bonito duelo entre Benjamin King y Bauke Mollema en el bellísimo marco de la Sierra de Béjar, la comitiva de La Vuelta España disfruta este lunes de jornada de descanso en otro entorno envidiable. Las duras rampas de La Covatilla han dejado maltrechas las piernas de los corredores y qué mejor que la monumental Salamanca para reponer fuerzas y dar alguna alegría al ya castigado cuerpo, cuando aún está todo el pescado por vender en el plano deportivo.

Durante este lunes, los salmantinos han convivido con los maillots y las furgonetas de merchandising, los miembros de la prensa deportiva nacional y los numerosos cortes de tráfico y prohibiciones. De hecho, la Gran Vía aguarda incólume la llegada de los camiones de unos equipos ciclistas que tienen reservado aparcamiento desde primera hora de la mañana. Una suerte.

Mientras, dos campeones del mundo han coincidido en en una sola foto. Peter Sagan, maillot arco iris del pelotón y la Plaza Mayor de Salamanca, también la mejor en su especie. Algo para recordar. Sagan ha sido paciente con sus fans y se ha hecho fotos con los más pequeños, como lo es el ágora salmantina con los millones de visitantes que le piden cada año un 'selfie'. A su vez, los equipos 'Lotto NL – Jumbo' y 'Groupama – La Française des Jeux' han degustado una “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”. Tenían muchas ganas tras el fiasco olímpico de Madrid. Claro.

Y es que el impacto económico de la estancia de la comitiva completa de La Vuelta a España en Salamanca asciende a 325.000 euros, solo en factura hotelera, como reconoció el director general de la ronda, Javier Guillén, quien advirtió de la “suerte” económica que significa para la capital del Tormes la permanencia de la carrera en su seno durante dos noches consecutivas.

Por otro lado, la jornada de descanso de una ronda ciclista como la española, entre las tres más competitivas del panorama internacional, debe servir para desconectar, pero no del todo. Es necesario mantener el tono físico por lo que todos los equipos procuran salir a rodar durante unos kilómetros, aunque a un ritmo sostenido. Para ellos, las carreteras de la provincia salmantina son ideales, con largos tramos llanos y exigentes rampas en los puertos de montaña, como demostró este domingo el coloso bejarano.

El Tormes volverá a acunar los sueños de 'los esforzados de la ruta' y mañana será momento para retomar la competición. No sin antes, eso sí, regalar al mundo sendas estampas como las que se esperan capturar durante la salida neutralizada por la Universidad de Salamanca, VIII Centenario mediante, y, cómo no, por la Plaza Mayor. Imágenes para la historia del ciclismo español y para el imaginario de la ciudad salmantina.