No hay que dudar del triunfo, grande, de Antonio Grande, de San Muñoz, en la plaza de toros La Glorieta de Salamanca, tras cortar tres orejas, una la segundo y dos al quinto -el mejor novillo de la tarde, con mucha diferencia y aplaudido en el arrastre-. Es una salida en hombros por la Puerta Grande más que merecida porque, la verdad, hizo lo mejor de la tarde, tanto en un novillo como en otro. Gustó, se gustó, variado, valiente, templado y, sobre todo, mentalizado de que era su momento y no podía dejar pasar esta nueva oportunidad. Mateo, que no se necesita pedir tan efusivamente música a la Banda de Música de Alba de Tormes, que más pronto que tarde sonaría, como sonó, porque hacía faena grande. Y Grande la hizo.

Sin embargo, en el conjunto del festejo el resumen sería una novillada sin materia prima. Ahora que tanto se habla de extracción de uranio en Retortillo, allí quedó toda la energía, porque los novillos de José Cruz, salvo el quinto y el complicado sexto que desbordó al joven mexicano Diego San Román, careció de lo principal, eso, protones de uranio para combustión en energía. Porque los novillos eran dóciles, sí. Embestían, sí. Pero era una dulzura que no transmitía emoción. Un embiste corto y muchas veces protestando en el remate. Floja novillada del monoencaste Domecq.

Con este pobre material poco pudo hacer David Salvador, que desde La Fuente de San Esteban llegó acompañado de un buen puñado de seguidores. Al joven novillero se le notó muy cambiado, dentro de su estética habitual -donde se nota la mano de su apoderado Leandro Marcos-. Estuvo muy dispuesto en sus dos novillos, dejando muletazos de bello trazado y pases de pecho de linda estética. Pero cuando no hay protones en la sangre de los astados, poco energía se puede sacar. Siendo ovacionado en los dos novillos. Por cierto, la mejoría es patente con los aceros. Mató bien y en el cuarto a cuerpo descubierto. Bien el novillero, con ganas y decisión.

Al mexicano, nuevos por estos lares salmantinos, Diego San Román, tampoco le tocó un lote para lucirse. Si el sexto -al correr turno tras devolver el tercero- se rajó ante la muleta de San Román, el sexto que hacía de primer sobrero, el joven novillero tampoco pudo andar muy allá. En muchos momentos se vio desbordado por un animal complicado que le propinó una fea voltereta que quedó en en eso. Hacer frente a ese utrero era cosa de experimentados, y el mexicano, a día de hoy, no lo está. Eso sí, dejó rasgos de buen corte y valor, pero su paso por La Glorieta fue como la novillada, gris. No es momento de volver sobre lo que pudo ser y no fue, pero en el tendido no sé que le pasaría por la cabeza a Manuel Diosleguarde y, también, a su apoderado Ángel Castro, que más de una vez hablaba con el empresario Pablo Chopera... Pues eso, lo que pudo ser y no fue, en el ruedo y en el tendido.

Y volvemos a lo de siempre, el público que no acude a la plaza, al presentar poco más de un cuarto de plaza. El problema pues como siempre, entre precios, carteles atractivos, novilleros de tirón... muchas cosas. Vamos viendo como transcurre el resto de Feria en este ciclo de mucha incertidumbre.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Gorieta. Primera de la Feria de la Virgen de la Vega. Menos de media entrada. Novillos de José Cruz, (el sexto lidiado como sobrero, tras devolverse el tercero y correr turno), bien presentados, nobles, con poca raza y flojos en general. Destacó el quinto que fue aplaudido en el arrastre. El sexto, más complicado.

David Salvador, ovación y ovación tras aviso.
Antonio Grande, oreja tras aviso y dos orejas.
Diego San Román, ovación y ovación.

Se desmonteraron Jesús Fernández de la cuadrilla de David Salvador en el cuarto y David Blázquez y Vicente Herrera de la cuadrilla de San Román en el sexto. Además, fue aplaudido en el sexto Alberto Sandoval de la cuadrilla de San Román.

Primera corrida y segundo festejo de abono

Este jueves, 13 de septiembre, se lidiarán seis toros -si pasan el preceptivo reconocimiento- de Montalvo, para Antonio Ferrera, Sebastián Castella y Ginés Marín. Un cartel que, si a priori sin mucho interés, puede resultar entretenido. A esperar!