Un informe de la Guardia Civil que se ha añadido al sumario del caso de asesinato del niño Gabriel Cruz en Almería fomenta la hipótesis de que Ana Julia Quezada también podría haber matado a su propia hija unos años antes en Burgos.

Según ha dado a conocer 'El Periódico', que ha tenido acceso al informe, la Guardia Civil ve 'indicios claros' de que el caso que se archivó como una muerte accidental podría no haber sido así, y la menor no se habría tirado de un séptimo piso en un episodio de sonambulismo, que anteriormente no había padecido, y fue su madre la que 'segó' su vida.

Ridelca tenía 4 años y Ana Julia la había traído a España con su marido y un bebé que habían tenido juntos. La noche en la que la niña murió el marido no estaba en casa y desconocía que la pequeña hubiera tenido episodios de sonambulismo.

La hipótesis se refuerza para la Guardia Civil al conocer que la pequeña se habría subido a una mesa y habría abierto la ventana interior y la exterior, aunque en ese primer momento el caso se archivó y fue después de la muerte de Gabriel cuando se retomó esta investigación, llamando la atención que en el momento de la muerte de la pequeña Ana Julia no pudo declarar al encontrarse en una situación se ‘estrés traumático’, el mismo comportamiento que emuló con la muerte del pequeño Gabriel.