La cara de Leo Suárez, a medio camino parece entre Messi y Luis por su nombre, en el gol del Pucela, el último, en la épica batalla de Vigo, es la de la felicidad más plena. De hecho, el club subió esa instantánea para ensalzar el rostro del joven argentino y la piña que el equipo de Sergio es en la actualidad.

Y es que Leo “llegó y besó el santo”, como diría aquel. El extremo cedido por el Villarreal saltó al césped de Balaídos cuando restaba poco más de minuto y medio, en la que era su primera participación con el equipo en lo que llevamos de temporada, para establecer la igualada. No hay mejor ratio de gol en la Liga que el de Suárez, uno por minuto, increíble.

Sin embargo, para llegar hasta aquí, el menudo extremo diestro ha tenido que sufrir y mucho. Esta temporada no ha ido convocado en los tres primeros choques ligueros mientras que ante el Alavés estuvo en el banco para no disputar ni un minuto.

La historia de Leo Suárez es la de un canchero. La de un joven argentino de esos que “gambetean” desde chicos y se forman y curten, futbolísticamente hablando en la calle hasta que Boca Juniors llama a tu puerta, ahí arranca otra vida totalmente nueva.

El Villarreal pronto se fijó en él, y se lo trajo para España por poco más de dos millones de euros. En el filial amarillo arranca jugando 35 partidos en la 15-16, con cuatro tantos y mostrando desborde y descaro, lo que le hará alternar con el primer equipo una temporada más tarde.

Sin embargo, cuando la confianza estaba ganada, el argentino se rompió, en octubre de 2017, el ligamento cruzado anterior, en un encuentro ante el Valencia B, lo que le hizo perderse prácticamente toda la temporada para empezar de cero, esta vez como cedido y en el Real Valladolid.

Quién sabe si el gol de Vigo es el inicio de algo muy bonito para un jugador que promete, y mucho y también el inicio del dominio de los “locos bajitos” en un Pucela en el que el small-ball introducido por los Warriors quiere implantarse.

¿A qué aficionado del Real Valladolid no le motivaría ver a Leo por la derecha, con Toni por el otro costado, Plano de enganche y el turco en la punta de lanza? Esos bajitos jugones de 1,69 (Suárez), 1,72 (Toni) y 1,78 (Plano) que desplieguen todo su derroche y magia en el campo.

A ver si Sergio hace caso a mis plegarias  y además se da la mejor versión del argentino, lo que sería sinónimo de buenas noticias y de que el aficionado albivioleta va a disfrutar de buen fútbol esta temporada, eso sí, sin olvidarse uno del objetivo de la salvación.