¿Está un bar obligado a dar agua del grifo gratis?
Tras haberlo requerido ya en varias ocasiones, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha decidido poner en marcha una campaña que, bajo el nombre #PideJarraDeAgua, pretende reunir el apoyo de todos los ciudadanos para solicitar una ley nacional que obligue a bares y restaurantes a ofrecer agua del grifo de manera gratuita a sus clientes.
Con esta iniciativa, OCU pretende que este servicio deje de ser una cortesía para convertirse en una obligación por parte de los establecimientos de hostelería, que, en opinión de la organización, deberían de ofrecer siempre la posibilidad de un recipiente con agua del grifo de forma gratuita y complementaria a la oferta del propio establecimiento.
OCU cree que, además del económico, son varios los motivos por los que es necesario promover el agua del grifo gratis en establecimientos de restauración, ocio y hostelería, frente a la botella de agua mineral. Por ética: el agua es desde 2010 un derecho humano reconocido por Naciones Unidas. Se trata de un bien de primera necesidad, fundamental para la vida. Por salud: beber agua es saludable y tener acceso a ella de manera gratuita promueve hábitos de consumo saludables. Por ecología: las botellas de plástico generan enormes cantidades de residuos, muchos de los cuales terminan contaminando el medio ambiente.
Un litro de agua del grifo cuesta menos de 0,002 euros. A pesar de este reducido coste, algunos establecimientos de restauración alegan que ofrecer agua gratis supone una serie de costes asociados, como el servicio y la limpieza. Sin embargo, la Organización de Consumidores considera que existen sencillas medidas para salvar estos argumentos, como colocar sobre una mesa un par de jarras junto a varios vasos, para que sea el propio cliente el que se sirva el agua o aprovechar los muchos usos del lavavajillas para limpiar los vasos que se utilicen.
Según OCU, la reticencia de los hosteleros se encuentra más en la cuenta de resultados, ya que, según la Organización, cada vez que un cliente elige el agua del grifo frente a la mineral embotellada, el establecimiento deja de ingresar, de media, dos euros por botella. Una botella que, en la mayoría de los casos, no les cuesta más de 0,2 euros.
Además, OCU cree que el empresario debería valorar que, para el cliente, un buen recibimiento y un buen servicio son fundamentales para que éste quede satisfecho, algo que normalmente redunda en que decida repetir la experiencia, recomendar su establecimiento o dejar una propina.
El 14% de los establecimientos la niegan
La Organización de Consumidores ha realizado una encuesta entre más de 1.250 personas de entre 25 y 74 años, para conocer su experiencia sobre este asunto en los últimos 12 meses.
Algunos de los datos más llamativos de esta encuesta son que el 17% de los usuarios que no pidió agua del grifo fuera de casa alega que no se le ocurrió hacerlo. Según OCU, este “olvido” está motivado, en gran parte, por la publicidad del mercado del agua embotellada, muy presente en nuestro país. Al 14% de los usuarios que pidieron agua del grifo en un establecimiento no se la dieron, aunque lo hicieran de forma expresa.
Entre quienes no la pidieron, un 18% señala que fue por vergüenza o porque pensaron que no se la iban a dar. El 34% de los que no hicieron argumentan que fue porque no les gustaba. Según OCU, aunque en España hay algunas zonas o municipios donde el agua no sabe bien, esto no significa que sea de mala calidad o que no pueda consumirse.
En Castilla y León ya es obligatorio
En muchos países, como Francia o Estados Unidos, recibir a los clientes con una jarra de agua con hielos en los bares y restaurantes es una práctica habitual. En España, la Junta de Castilla y León prohíbe desde 2016 a los establecimientos de restauración cobrar por el consumo de agua no envasada. En Andalucía existe un proyecto normativo similar, en el marco de la promoción de una vida saludable y una alimentación equilibrada, mientras que en Baleares y Navarra están vinculados a sus leyes de prevención de residuos.
Además, existe una propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la calidad de las aguas destinadas a consumo humano, que establece, en su artículo 13, que los estados miembros fomentarán el suministro gratuito de esta agua en restaurantes, cantinas y servicios de comidas.