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La oruga del Pucela torna en huracán y arrolla al Levante

28 septiembre, 2018 18:14

Hambre de gol, dominio, ocasiones, empuje y una afición entregada. Lo tenía todo el Real Valladolid durante la primera parte para adelantarse ante el Levante. Pero la oruga del gol en Zorrilla seguía esperando convertirse en crisálida. Para colmo llegó el gol del Levante justo al comenzar la segunda parte, mazazo a la moral local, que se repuso a base de su mejor juego, con cinco minutos huracanados con los que arrollaron al conjunto valenciano y dieron la vuelta al partido para sumar la primera victoria de la temporada.

La primera ocasión clara del partido llegó en el minuto 12, cuando Ünal recibió entre líneas, se giró y metió en profundidad para la culminación de la carrera de Cop, pero Oier detuvo el lanzamiento y el balón acabó en córnero. En el primer tramo del partido, Sergio ya veía como su apuesta valiente de arrancar con sus dos delanteros de inicio podía tener un resultado positivo. El peligro para el Levante llegó a balón parado, con un córner que forzó Roger y a punto estuvo de rematar el conjunto visitante en el segundo palo.

El conjunto valenciano buscaba parar el ritmo intenso y veloz que quería imponer el Real Valladolid, dueño y señor del partido, con el control espacial sobre el terreno de juego y la posesión de la pelota sin discusión. El objetivo ya era plasmar ese dominio en ocasiones de gol e inquietar a Oier para romper el empate sin goles.

Pero el deporte siempre sorprende y cuando mejor estaba el Valladolid llegó la ocasión más clara del Levante, con una jugada personal de Morales que regateó a varios defensas y se plantó sólo ante Masip, que detuvo el disparo a bocajarro y volvió a detener de nuevo el rechace que también intentó aprovechar el atacante visitante.

El Pucela se repuso rápido del susto y volvió a meter a todo el Levante en 30 metros, con centros con mucho peligro, como los de Moyano o Toni, o un disparo con clase de Míchel que se fue por encima de la portería de Oier.

En el minuto 37 llegó un nuevo empujón para el ataque local, Ünal recuperó un balón en la salida de la defensa del Levante, cedió para Cop que centró raso en busca de Toni, pero la salida del portero aguó nuevamente las ilusiones locales. Al filo del descanso, de nuevo el delantero turco cayó dentro del área y el público pidió penalti, pero el VAR ya no deja dudas. Con el 45 ya cumplido, el pase en profundidad de Toni encontró en buena posición a Cop dentro del área, pero el fuera de juego volvió a truncar las esperanzas locales cuando el balón ya había cruzado la portería.

La segunda parte comenzó como una auténtica pesadilla en Zorrilla. El Levante sacó de centro y se volcó al ataque hasta lograr un córner. En el centro, Masip detuvo el remate de Postigo de cabeza pero el balón le volvió a caer plácidamente al jugador del Levante que ahora sí por abajo encontró fortuna. Sólo un minuto tras la reanudación y el 0-1 presidía el estadio.

El partido entró en ritmo frenético, el Pucela combatió la frustración con un nuevo arreón ofensivo y recuperó la escenificación de la primera parte, pero esta vez el centro de Toni encontró a Ünal en el segundo palo y de cabeza superó a Oier para lograr el primer tanto de la temporada en Zorrilla en el minuto 50.

El carrusel de acontecimientos no frenó en un partido que ya era vertiginoso. Un buen saque de banda de Nacho incentivó la carrera de Toni, al que derribó Vukevic que vió la segunda amarilla y fue expulsado. La algarabía se disparaba en la grada que celebraba que el Levante se quedara con uno menos. La jugada terminó con un potente disparo de Toni que se fue a córner tras rebotar en un defensa.

Lo que ocurrió entonces pertenece ya a la memoria sensorial de esta temporada. Míchel marcó jugada y puso el balón en la frontal del área, donde apareció Nacho para cazar el balón al vuelo y golpear una virulenta volea con una precisión milimétrica ajustada al poste para marcar el segundo gol y elevar la alegría de una afición que compartía entusiasmo y perplejidad con el lateral.

Aún faltaba media hora pero el partido se había puesto muy de cara para el Valladolid que había conseguido voltear el resultado en tiempo récord y enfilaba con un jugador más el tercio decisivo del encuentro.

En el minuto 25 se tuvo que retirar lesionado Plano tras sufrir una fuerte entrada y entró en su lugar Antoñito, que a punto estuvo de competir con Nacho por el gol de la jornada pero su disparo se fue rozando la cruceta. Lo intentó después Míchel y también Alcaraz, la confianza florecía en el césped de Zorrilla y el Pucela disfrutaba sus mejores minutos tras regresar a Primera División.

Borja sustituyó a Cop para asegurar el control del partido y Moyano tuvo que salir lesionado para dar paso a Leo Suárez. Los últimos coletazos del empuje del Levante obligaron a Masip a desbaratar centros al área y apaciguar los nervios que se viven sobre el terreno de juego cuando la victoria se resiste hasta la sexta jornada.

Los tres puntos disparan al Real Valladolid en una clasificación en la que al comienzo del día era colista y en la que ha puesto dos puntos de por medio con la zona más peligrosa.