Las empresas ya demandan tantos titulados de FP como universitarios
Un mercado laboral en plena transformación como el actual necesita profesionales preparados y con las aptitudes adecuadas para desarrollar sus carreras en un escenario cambiante. En este contexto, la universidad parece ser parada obligatoria para gran parte de los candidatos que aspiren a encontrar un empleo.
Los titulados universitarios siguen siendo los candidatos más demandados por las empresas en sus ofertas de empleo, según un informe de la empresa de recursos humanos Adecco. Durante el último año, el 40,5% de las ofertas han recogido entre sus requisitos que el candidato cuente, como mínimo, con una titulación universitaria; una cifra que aumenta hasta el 49% si sólo tenemos en cuenta las ofertas en las que se solicita contar con formación cualificada (Formación Profesional y/o Titulación Universitaria). En 2017, las titulaciones más demandadas por las empresas han sido Administración y Dirección de Empresas, Ingeniería Informática, Ingeniería Industrial, Administración de Empresas y Derecho y Comercio y Marketing.
El empleo dirigido a titulados de Formación Profesional ha evolucionado de forma muy positiva durante el último año. De hecho, prácticamente ha alcanzado a los titulados universitarios. En total, un 40,3% de la oferta de trabajo en nuestro país va dirigida expresamente a candidatos con esta formación, ocho puntos más que en 2017. Por familias profesionales, Administración y Gestión e Informática y Comunicaciones son las más demandadas por las empresas.
Cuatro de cada diez ofertas de empleo publicadas en 2017 han recogido entre sus requisitos que los candidatos cuenten, como mínimo, con un título de Formación Profesional, un porcentaje que se divide de forma desigual entre Técnico Superior y Técnico Medio. Tomando como referencia el global de la oferta de empleo, las titulaciones de Grado Medio de FP han sido demandadas en el 14,8% de las ofertas, dos puntos porcentuales más que hace un año. Las titulaciones de Grado Superior ven también aumentar su demanda en más de cinco puntos; de un 20,1% en 2016 suben hasta el 25,5% actual.
El 1,7% de las ofertas de empleo reúne entre sus requisitos mínimos que los candidatos cuenten con estudios de postgrado. Una cifra que alcanza el 39% cuando se trata de ofertas dirigidas a titulados universitarios, en las que las empresas no siempre lo incluyen como condición indispensable, pero reconocen valorar muy positivamente que el candidato se haya especializado con formación de postgrado.
Teniendo en cuenta el tipo de titulación universitaria y el grado de experiencia del candidato, los estudios de postgrado sirven para diferentes fines. Por un lado, este tipo de formación puede ser la única vía de acceso a determinadas profesiones que, por su naturaleza o por imperativo legal, requieren contar con un título específico de máster para poder ejercer; es lo que sucede con la abogacía, la enseñanza en ciertos niveles, la arquitectura, determinadas ingenierías, etcétera. En otras, la formación de postgrado constituye un elemento impulsor e incluso acelerador de la trayectoria profesional de cualquier candidato.
El escenario global en el que nos movemos, la internacionalización empresarial y la creciente circulación de trabajadores entre países han hecho que las compañías se decanten cada vez más por contar con equipos multiculturales. Una tendencia que está contribuyendo a aumentar la demanda de idiomas en el conjunto de la oferta de empleo. Así, el porcentaje de ofertas en las que se requiere contar con algún idioma extranjero ha ascendido hasta el 35% durante 2017, una décima más que en el ejercicio anterior. Inglés repite, un año más, como el idioma más demandado por las empresas en nuestro país. La lengua que domina el mundo de los negocios se mantiene como requisito imprescindible en el 93% de las ofertas en las que se solicita algún idioma.
Además de la formación, demostrar cierta experiencia en el sector es un requisito casi indispensable a la hora de optar a un puesto de trabajo. Durante el último año, el requisito de experiencia profesional ha mantenido su presencia en la oferta de empleo en valores similares –aunque con un ligero repunte- a los cosechados en el ejercicio anterior. Por su parte, el criterio de edad también se mantiene estable, recogiéndose de forma explícita en un 25% de las ofertas. Su valor promedio, que se sitúa en torno a los 33 años, se ha mantenido en valores similares a los exigidos en el periodo anterior.