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Todos 'triunfan' por Santa Teresa en Alba de Tormes

22 octubre, 2018 20:06

Alba de Tormes, con motivo de sus fiestas patronales de Santa Teresa, cierra la temporada taurina en la provincia de Salamanca, en Castilla y León y, posiblemente, en España con una más que interesante novillada con picadores en la que, para gusto de todos los que intervinieron de una forma u otra, y del respetable, el triunfo fue total. Sin ser triunfalistas.

Contento el ganadero, Justo Hernández, por la buena novillada, con utreros nobles y bravos, echada en La Cubierta, de Garcigrande y Domingo Hernández, si alguno tuvo algún 'pero' fue el tercero, algo desclasado. Como también el criticable y discutible indulto otorgado por un palco benévolo y falto de criterio. Es inexplicable indultar un utrero que carecía de la más que exigible bravura, que no fue celoso en el caballo, salvo el novillero Marcos que pedía a gritos -de propia voz- el indulto. Seamos exigentes en estas cuestiones y actuemos con responsabilidad. No se pide más, criterio responsable. Hablamos del cuarto novillo.

Satisfechos los novilleros, porque los tres salieron en hombros, Marcos con dos orejas y rabo simbólicos, y los salmantinos Antonio Grande y Manuel Diosleguarde con tres orejas. Eso sí, a la hora de los trofeos a los triunfadores de la novillada, el trofeo a la mejor faensa se lo llevó, a juicio del jurado, Manuel Diosleguarde, por el desarrollo de lidia ofrecida en el sexto de la tarde, el novillo que más exigía. Y, cómo no, contento el Ayuntamiento de Alba de Tormes por desarrollo del festejo y, también, contenta la empresa Servicios Taurinos del Duero por la impecable gestión de la novillada.

A partir de esta introducción, en el ruedo se pusieron de manifiesto tres maneras muy distintas de desarrollar la labor taurina, tan personal, se mire como se mire. Tres jóvenes con ganas de triunfo. Quizás algunos más que otro por eso de la necesidades. En primer lugar, Marcos, el espigado sobrino de Justo Hernández e hijo de Maximino -el mundo taurino por montera- se le ve con suficiente conocimiento de la lidia. Quizás algo sobrado -una confianza le pudo costar una voltereta-. Con recursos y sobrada técnica. Profundidad y gusto... ahí lo dejamos. Algo que se puso de manifiesto en la gran cantidad de muletazos, variados, pero muletazos, ofrecidos al cuarto, que, a la postre, le valió el indulto al utrero. Pensamos que por eso mismo, por el tiempo que estuvo embistiendo el animal. Y el presidente parecía que los 'moqueros' estaban para eso...

Antonio Grande, estilista de consumado personalismo, realizó una bonita, estética, profunda y completa faena al segundo de la tarde. Sabemos del gusto de este novillero, de su pellizco y de sus enormes momentos cuando se encuentra a gusto y huye del 'pasotismo'. Esta tempora, más que interesante, ha demostrado que cuando está centrado en su mundo, tiene verdadero recorrido, porque su toreo es exquisito. Cortó dos justas orejas. En el quinto, un animal menos noble y que protestaba al final del muletazo, el de San Muñoz estuvo a la altura y, sobre todo, muy entregado, lo que le valió otra oreja.

El tercero en discordia era el más jovencísimo Manuel Diosleguarde, que cierra una temporada llena de éxitos y con sensaciones muy buenas para hacer frente a la próxima, consiguiendo puntuar en casi todas las plazas donde ha toreado. Qué pena su ausencia en la Feria de Salamanca. Cosas de los 'grandes' empresarios que solo ven para su bolsillo. En fin. Diosleguarde tuvo en el tercero el peor novillo de la tarde. Un utrero al que le faltó nobleza en la embestida y prontitud. Las ganas de 'novillero' le valieron una oreja a pesar de la lentidud del Palco.

En el sexto estuvo la faena de la tarde. Con permiso de Antonio Grande en el segundo. El novillo que más exigía por su fiereza y bravura. Al que tuvo que someter a un severo castigo en el caballo. Aún y así el utrero pedía más que el DNI. Necesitaba una muleta poderosa que lo sometiera y llevara encelado. Y ahí estuvo Manuel Diosleguarde. Con mucho poder -hay que ver lo que 'traga' este chaval cuando los animales se le paran-, valor, decisión y muchas ganas, las que se le presuponen a un novillero. Y si a todo ello, bajas la mano, sometes, templas y matas de un estoconazo de premio... el resultado es conocido, dos orejas y alguna petición de rabo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros La Cubierta de Alba de Tormes. Más de tres cuartos de entrada. Novillos de Garcigrande (3º, y 4º, nº 66, negro, de nombre ‘Carcelero’, indultado y 5º) y Domingo Hernández (1º, 2º y 6º).

Marcos, oreja y dos orejas y rabo simbólicos.

Antonio Grande, dos orejas y oreja tras aviso.

Manuel Diosleguarde, oreja tras aviso y dos orejas con leve petición de rabo.

Premios: Al finalizar el festejo se entregaron los premios:
-Triunfador de la novillada: Manuel Diosleguarde.
-Mención especial a Justo Hernández, el ganadero.
-Mejor puyazo: El Legionario, de la cuadrilla de Diosleguarde.
-Mejor par de banderillas: Elías Martín, de la cuadrilla de Diosleguarde.

REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO