¿Es viable el sistema público español de pensiones?
Teniendo en cuenta la normativa actual, la cuantía de la pensión de jubilación depende del número de años de cotización y de los salarios de los años anteriores al momento en que se produce la jubilación, existiendo unas pensiones máximas y mínimas, las cuales en sus montos son fijadas anualmente por la ley de presupuestos generales del Estado. Las pensiones pueden ser contributivas y no contributivas.
¿Qué tipos de pensiones existen en España?
Existen dos tipos de pensiones: Las contributivas y las no contributivas.
Pensiones contributivas
El primer tipo de pensiones son las conocidas como contributivas. Estas prestaciones económicas tienen una duración indefinida, aunque esto no ocurre siempre. Antes de conceder este tipo de pensiones, debe existir una relación jurídica con la Seguridad Social, es decir, haber contribuido con un mínimo de cotización a través de aportaciones realizadas por el trabajador y el empleador, o por el autónomo.
La tipología de este tipo de pensiones es:
• Por jubilación
• Por incapacidad permanente
• Por fallecimiento: viudedad, orfandad y en favor de familiares.
El importe de la pensión varía en función de la situación de la persona, tanto del trabajador como del empresario. También si se trata de trabajadores por cuenta ajena o por cuenta propia. Así, según el Régimen General y los Regímenes Especiales de la Seguridad Social, hay algunas salvedades y diferencias entre prestaciones que se engloban dentro del grupo de contributivas.
Pensiones no contributivas
Este tipo de pensiones se les conceden a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de recursos suficientes para subsistir dentro de los términos legales establecidos. Son prestaciones económicas que se dan aunque no se haya cotizado nunca o no se haya llegado al tiempo suficiente de cotización para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo.
La gestión de estas pensiones no contributivas es competencia de cada Comunidad Autónoma y del Instituto de Mayores y Servicios Sociales IMSERSO en las ciudades de Ceuta y Melilla. Dentro de estas pensiones se incluyen:
• Invalidez
• Jubilación
La gestión de estas pensiones no contributivas está atribuida a los órganos competentes de cada Comunidad Autónoma.
Según lo publicado en el IMSERSO las pensiones no contributivas en 2018 tienen una cuantía de 5.321,40 € íntegros anuales, que se abonan en 12 mensualidades más dos pagas extraordinarias al año. Esta cuantía se establece en función de las rentas personales y de la unidad familiar.
Los pensionistas con grado de discapacidad sea igual o superior al 75%, o personas que necesiten ayuda de terceros para realizar las actividades cotidianas básicas, percibirán además un complemento de necesidad del 50% de los 5.321,40 € anuales, fijado en 2.660,70€ anuales.
¿Cuál es la edad de jubilación en España?
En España ad de jubilación como regla general eran los 65 años pero desde la última reforma de las pensiones del 2013 surgen novedades para poder jubilarse siendo la edad de 67 años la necesaria para jubilarse cuando llegue 2027, y desde 2013 comenzará a contarse de mes a meses para ir elevando el plazo para acceder a la pensión. Así desde el año 2013 la edad de 65 años subirá de 1 mes cada año la edad para jubilarse. En el año 2022 se elevará pero en 2 meses por año.
De tal forma que se necesitarán 67 años para jubilarse en 2027y accederán en ese año a la pensión máxima los que cotizaron 37 ó más años. Mientras que actualmente en 2018 se precisan 35 años para ello.
¿Los años requeridos para poder jubilarse son los mismos para todos o varían dependiendo del tipo de jubilación?
Hasta ahora he hablado de la regla general. Pero hay excepciones y son las siguientes a fecha actual:
• Jubilación anticipada a partir de los 60 años por tener la condición de mutualista.
• Jubilación anticipada a partir de los 61 años sin tener la condición de mutualista.
• Jubilación parcial. Para poder acceder a la jubilación parcial, el trabajador debe tener cumplidos los 61 años y 5 meses y haber cotizado a lo largo de su vida laboral un mínimo de 34 años y 3 meses. También podrá acceder a la jubilación parcial el trabajador que tenga cumplidos 61 años y 10 meses si ha cotizado un mínimo de 33 años.
• Jubilación especial a los 64 años, para quienes resulte de aplicación la legislación anterior a 1-1-2013, de conformidad con lo establecido en la disposición transitoria cuarta de la LGSS.
• Jubilación a los 61 años con treinta de cotización efectiva del personal del Estatuto Minero, personal de vuelo de trabajos aéreos, ferroviarios, artistas, profesionales taurinos, bomberos y miembros del cuerpo de la Ertzaintza.
• Jubilación flexible. Consiste en la posibilidad de compatibilizar el percibo de una pensión de jubilación ya causada, con un trabajo a tiempo parcial, dentro de los límites de jornada que se establecen para la jubilación parcial (entre un 75% y un 25%).
Jubilación de trabajadores afectados por una discapacidad igual o superior al 45% o al 65%.Una persona con discapacidad igual o superior al 45 % quiere jubilarse de manera anticipada, puede hacerlo sin perder sus beneficios siempre y cuando haya cotizado 15 años o más y haya cumplido los 56 años. En el caso de las personas con una discapacidad severa (superior al 65 %), pueden jubilarse de manera anticipada, siempre que hayan cotizado 15 años, al menos.
¿Cuál es la situación actual de las pensiones en España?
La pensión media que reciben los jubilados en España que es de 1079 euros/mes representa el 58,5% del salario medio nacional 1844 euros/mes que perciben los trabajadores en 2018, una tasa que ha mejorado más de 10 puntos en la última década. Mientras que las pensiones de jubilación se han revalorizado en este periodo un 33,26%, los salarios en cambio, sólo han crecido un 7,28%. Esto significa que las pensiones han subido un 457% más que los salarios en la última década.
Las pensiones experimentaron ese alza porque se fijaron mayores incrementos que los salarios en gran parte del periodo, pero sobre todo porque en esta década han ido entrando al sistema pensiones más altas, mientras que los salarios se mantuvieron congelados, sufrieron recortes o ligeros ascensos. En los primeros años de la crisis las pensiones de jubilación experimentaron alzas superiores al 3 %, llegando a superar el 7 % en 2008.
Con la reforma que se aprobó en 2013 del sistema de pensiones, se comenzó a aplicar el índice de revalorización y, desde entonces, las pensiones han crecido anualmente el 0,25% con la excepción de este año, que se suma una alza adicional que con carácter general supone un aumento del 1,35 %, si bien en el caso de las mínimas alcanzará el 3 %.
En la actualidad, los datos de la cobertura de la pensión sobre el salario son diferente de unas comunidades a otras, registrándose el mayor dato en Asturias, del 70,17% y el menor en Galicia, el 55,16%. Esto se debe a que en Asturias el salario asciende a 1.867,9 euros y la pensión media es de 1.310,62 euros, mientras que en Galicia, los trabajadores ganan 1.630,76 euros mensuales de media y los jubilados reciben de pensión sólo 899,51 euros.
El mayor salario medio se registra en Madrid (2.301,9 euros), seguida por País Vasco (2.128,34 euros), Cataluña (1.980,79 euros) y Navarra (1.945,66 euros), que están por encima de la media de española (1.844euros). En cambio los más bajos se registran en Extremadura (1.426,13 euros) y Canarias (1.556,22 euros). En Castilla y León se sitúa en 1613 euros.
En cuanto a las pensiones, las más elevadas están en País Vasco (1.333,81 euros mensuales), Asturias (1.310,62 euros), Madrid (1.272,28 euros) y Navarra (1.223,17 euros), y las más bajas en Extremadura (889,65 euros) y Galicia (899,51 euros). En Castilla y León se sitúa en 1.058,17 euros.
España será el segundo país más envejecido en 2050, solo por detrás de Japón, advierte la OCDE. Los cerca de 10 millones de pensionistas españoles se jubilan a los 62,75 años. Los ciudadanos de la Unión Europea se jubilan en torno a los 63 años de media algo muy similar a lo que ocurre en España y cobran pensiones estatales pero en cuantía muy diversa, que oscila entre los cerca de 1.500 euros de Suecia y los escasos 400 de Portugal.
La tendencia es la de retrasar cada vez más el final de la vida laboral, lo que ha suscitado numerosas protestas en países como Bélgica, Italia o España. Al debate sobre la edad de jubilación se suman los crecientes temores sobre la viabilidad de los sistemas públicos de pensiones, especialmente allí donde siguen sosteniéndose sobre las cotizaciones de los trabajadores (sur de Europa), frente a aquellos que completan las pensiones con contribuciones privadas (Suecia, Reino Unido, Países Bajos).
¿Cómo son las pensiones en los países de la UE?
Suecia:
Es uno de los mejores lugares para jubilarse, ya que su pensión media alcanza los 20.000 euros (200.000 coronas) anuales. El sistema sueco completa las cotizaciones a la Seguridad Social con aportaciones privadas, y los trabajadores pueden solicitar su pensión contributiva a partir de los 61 años, aunque pueden alargar la edad de jubilación más allá de los 67 si se pacta con el empleador.
Holanda:
También cuenta con uno de los sistemas de jubilación más sólidos de Europa, basado sobre todo en las pensiones públicas pero también en contribuciones de las empresas en nombre de sus empleados y planes privados. Las mayores quejas aquí tienen que ver con la edad de jubilación, que se ha fijado en los 68 años y seguirá aumentando, vinculada a la esperanza de vida.
Francia:
El sistema francés es otro de los más robustos, con una prestación media de 1.086 euros mensuales y jubilación a partir de los 62 años. Además, el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, ha prometido reformar las pensiones sobre el principio de que "un euro de cotización dé los mismos derechos", al margen de los regímenes a los que se haya pertenecido.
Alemania:
La pensión de jubilación media es muy similar a la francesa, de 1.003 euros mensuales, pero registra notables diferencias por sexo y entre el este y oeste del país (en detrimento de las mujeres y quienes trabajaron bajo el régimen comunista). Los alemanes pueden retirarse a los 65 años y 6 meses, pero esa edad subirá paulatinamente hasta los 67 años en 2031.
Reino Unido:
Frente al confortable retiro sueco, Reino Unido ofrece una de las las pensiones más bajas de Europa, ya que lo máximo que paga a sus jubilados son unos 550 euros mensuales (122,30 libras semanales). Sin embargo, como en Suecia, la pensión pública se puede completar con otro esquema adicional al que las empresas están obligadas a contribuir, el denominado "Workplace Pensions".
Portugal:
Los jubilados portugueses se encuentran entre los más pobres de Europa, ya que apenas cobran una media de 434 euros mensuales, y no pueden jubilarse antes de los 66. No en vano, son los europeos que más tarde se jubilan en la práctica, a los 69 años, lo que les sitúa más cerca de países como Israel, Corea o México, y les aleja de sus socios comunitarios (65 en Suecia, 63 en Alemania, 62,75 en España y Grecia ó 60 en Francia).
Italia:
La pensión mínima en 2017 era de 501,89 euros al mes, pero no hay tope para las pensiones máximas o "jubilaciones de oro", un caso excepcional en el contexto europeo. Grecia. Las pensiones han caído allí un 40% desde la firma del primer rescate en 2010, lo que ha contribuido a empobrecer aún más el país. El elevado paro ha hecho que los jubilados, que cobran de media 722 euros, sean el principal sustento de la mitad de las familias, que vive exclusivamente de la pensión de uno de sus integrantes.
Polonia:
También se encuentra en el lado bajo de la balanza, con pensiones de 500 euros de media (2.100 zlotys) y una curiosa herencia del comunismo: las mujeres se jubilan a los 60 años y los hombres, a los 65.
¿Algunas recetas para garantizar las pensiones?
Es evidente que el sistema actual genera un déficit anual de 18.000 millones de euros, ¿pero cómo cambiarlo? Si España decidiera mantener el sistema de pensiones tal y como lo conocemos, con los mismos niveles de cotización, necesitaría crear más de 200.000 puestos de trabajo netos por año y esa sería la fórmula para cubrir el agujero de 18.000 millones aproximados de euros que la Seguridad Social tiene anualmente de déficit.
Según el INE, en la década de los 60 del siglo 21 uno de cada tres españoles tendrá más de 67 años. Nadie puede pensar que la solución para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social pase por mantener el sistema de pensiones sin ningún cambio.
Medidas que podrían proponerse
1. Destopar las cotizaciones
Nuestro sistema "es un sistema con tipos estables que han generado una enorme bolsa de fondos de reserva, pero es un fondo que se va gastando". Por eso, una de las medidas que serían útiles es aumentar los ingresos acabando con el tope de la base de cotización máxima. Terminar con ese tope de cotización podría suponer unos 8.000 millones de euros anuales de ingresos para la Seguridad Social. Esto serviría para cubrir una buena parte del déficit anual que tiene el Sistema, que asciende a unos 18.000 millones de euros.
2. Eliminar las tarifas planas
Otra de las medidas pasa por "podar las tarifas planas de cotización y resto de estímulos que son costosos". Una parte de las políticas activas de empleo aprobadas por el Gobierno en la última legislatura fue la de reducir las cotizaciones a la Seguridad Social que pagan las empresas o los autónomos. Esta era una forma de incentivar el empleo pero con un coste que no se asumió desde los Presupuestos, sino que se cargó sobre el Sistema de la Seguridad Social. Se podría proponer que estas reducciones en las cotizaciones se convirtiesen en bonificaciones, con lo que se pagarían con cargo a Presupuestos. De este modo podrían conseguirse algo más de 2.000 millones de euros.
Pero se debe ir más lejos. Dado el agujero que tiene la Seguridad Social, Hemos de poner sobre la mesa la idea de subir las cotizaciones. En opinión casi unánime de los expertos en la materia, no tiene sentido que "en una economía como la española, que ha perdido más de 3 millones de empleos durante la crisis, todavía no hayamos tocado el tipo de cotización".
3. Subir los salarios
Subir, progresivamente, los salarios es otra de las medidas. Una subida del SMI, como la que se ya se ha realizado para el 2018 del 8% generará ingresos mínimos por valor de 300 millones este año a la seguridad Social, así subidas progresivas anuales superiores al IPC generarían cientos de millones adicionales de ingresos a la seguridad social. La recuperación de los salarios es una de las claves para elevar los ingresos de la Seguridad Social, lo que permitiría reducir el déficit, sin embargo, algunos expertos creen que la mejor solución no es subir el salario mínimo, sino mejorar la situación de las empresas y la productividad de los trabajadores para conseguir mejores sueldos en todas las capas sociales.
Los bajos salarios son un problema para la sostenibilidad de la Seguridad Social. Las rentas salariales crecen normalmente por debajo del PIB, lo que significa que la participación de las rentas salariales es cada vez menor en el conjunto de la renta nacional. Si esto es así, los sistemas deberían basarse más en el conjunto de las rentas generadas en la economía, lo que significaría financiar una parte del gasto del Sistema con cargo a Presupuestos. Además, podemos asegurar que muy probablemente, durante mucho tiempo no podamos ver incrementar las pensiones como hemos visto en el pasado.
4. Impulsar un sistema de pensiones mixto
España debería ir hacia un sistema de pensiones mixto, como el de Holanda, Reino Unido, Irlanda o Dinamarca ¿Qué supone un sistema mixto? En la práctica, mantener el sistema de reparto que tenemos actualmente, pero combinarlo con un sistema de capitalización, que supone que parte de la cotización de cada empleado se ahorra para cuando éste se jubile. De este modo, el sistema descansaría sobre dos patas en vez de solo en una y podría hacer frente a los retos demográficos mucho mejor, pues se reconoce con casi unanimidad que los sistemas mixtos aseguran mejores pensiones.