Este jueves 15 de noviembre se ha celebrado el ‘Día Mundial Sin Alcohol’ y desde NoticiasCyL hemos querido charlar con el presidente de ARVA (Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Valladolid, Julián Rodríguez Peña, un ejemplo que también salió de esta dura enfermedad a base de esfuerzo y que ahora ayuda a otros que pasan por el mismo problema.

En los 45 años de actividad esta Asociación ha ayudado a miles de personas afectadas por este problema y también a sus familias que viven de primera mano una enfermedad que ataca suavemente pero que acaba rompiendo vidas y familias de manera silenciosa pero a la vez voraz.

Del presente, pasado y futuro de esta institución hablamos en esta interesante entrevista con su presidente.

Pregunta. 45 años desde que arrancó la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Valladolid, ¿Cómo surge la iniciativa y qué recuerda de los inicios?

Respuesta. Escribí toda la historia de la Asociación. Nace en 1971 y empieza a funcionar en la Cátedra de Psiquiatría del antiguo Hospital Provincial, lo que es ahora la Diputación, al lado del Clínico. Allí se empiezan a tratar estos temas y hay una persona.

Jesús Iglesias Valdecabras fue el primer alcohólico reconocido y sirvió de estímulo para otras personas. Finalmente, entre cuatro o cinco personas crean la Asociación. Empezó a funcionar a partir de 1973 gracias a la cesión de un piso en la Plaza Porticada por parte de Cáritas. En 1982, gracias a la gestión del doctor Bombín el club Leones de Castilla  nos dona el local que se acondiciona para comenzar a utilizar por los propios enfermos y los materiales donados por empresas constructoras de Valladolid y en 2009 se reforma tal y como lo conocemos hoy en día.

La gran ventaja que tenemos con respecto a otras asociaciones es que el local es nuestro. La desventaja, que hay que mantenerlo.  Es un edificio antiguo y cuando no se rompe un grifo hay una gotera y todo son gastos.

P. ¿Cómo ha cambiado la Asociación a lo largo de los años? Supongo que se ha tenido que ir amoldando mucho a la sociedad en la que vivimos que cambia cada día.

"Las Asociaciones de Alcohólicos de Castilla y León son para los alcohólicos, por los alcohólicos y gestionadas por ellos mismos".

R. Para poder subsistir hemos tenido que cambiar y evolucionar. Al principio, en la Asociación, no había profesionales, eran todos voluntarios y sin remunerar. Se ha trabajado mucho con las distintas administraciones hasta llegar a un momento en el que hemos tenido que profesionalizar la Asociación.

Las Asociaciones de Alcohólicos de Castilla y León son para los alcohólicos, por los alcohólicos y gestionadas por ellos mismos. El equipo técnico tiene su labor importantísima pero los equipos técnicos de las asociaciones no dejan de ser unos asalariados de estas asociaciones.

También hemos tenido que cambiar porque lo ha hecho la forma de beber. Un factor importante es la inclusión de la mujer al mercado laboral. Se cambia en el modelo de familia. Antes, el afectado era el marido acompañado por la mujer, mayormente, y por los hijos. Ahora hay mucho single que viene por sí solo sin ser acompañado por nadie.

La gente que llega ahora viene más formada y más informada, sobre todo. Antes, dar con un sitio como este costaba mucho. Mi mujer pudo hacerlo en 1985 y gracias. Ahora con medios de comunicación, redes sociales, etc. es más sencillo dar con nosotros.

P. ¿Y cómo ha ido cambiando Julián Rodríguez personalmente? El hecho de conocer el caso de tantas personas supongo que también hace pensar y mucho.

R. Yo he cambiado mucho y a mejor. Evidentemente, milagros no se hacen. El primer paso para la rehabilitación es dejar de beber. Ese es un requisito indispensable. Pero la rehabilitación no se entiende si no va relacionada, en dos caminos, con un proceso de madurez personal.

Una rehabilitación que va por delante de una madurez personal no es una rehabilitación. Se puede estar sin beber, hay mucha gente que está sin beber y se conforma, pero no avanza.

P. ¿Cuál es el objetivo que persigue ARVA?

"El objetivo es recuperar personas para la sociedad". 

R. El objetivo es recuperar personas para la sociedad. Lo que dice la palabra rehabilitar y recuperar en el diccionario. Volver al estado natural. Habrá personas, como son, aprendiendo a vivir con defectos, pero haciéndoles ver que también tienen virtudes y valores. Se trabaja en reforzar lo positivo en vez de lo negativo.

Cuando viene la persona lo hace porque tiene una autoestima muy baja y se trabaja eso desde el grupo y el equipo técnico. Herramientas para hacer frente a la vida cotidiana sin necesidad de tomar sustancias enfrentarse a ella.

P. ¿Cómo lo conseguís? ¿Cuál es el proceso desde que llega una persona hasta que se considera rehabilitada?

R. El primero de los pasos es la entrevista previa que es muy importante porque puede cargarse una rehabilitación. Hacerlo mal puede provocar que esa persona se marche y no vuelva. Es muy importante escuchar a la persona, no juzgara.  No querer saber su vida. Algún día, si quiere, ya nos lo contará. Tampoco su trabajo ni otras cuestiones. Tenemos que saber que tiene un problema y afrontarlo entre todos.

P. ¿Cuántas personas trabajan en ARVA y cuál es el perfil de estos trabajadores? ¿Qué trabajo desempeñan?

R. Tenemos un equipo técnico formado por una psicóloga y una trabajadora social a jornada completa. La base fundamental del programa. Además de una médica que viene seis horas a la semana porque en la rehabilitación el trabajo de esta tiene menos repercusión. Pide analíticas al principio para ver cómo llega la persona, si tiene carencias físicas y hay que derivarla a algún centro.

Algunas personas llegan muy mal, con daños en el hígado, etc. La doctora valora todo esto.

P. ¿Cuándo se considera que la persona está rehabilitada?

"Una persona alcohólica está totalmente rehabilitada el día que muere". 

R. Una persona alcohólica está totalmente rehabilitada el día que muere. La rehabilitación dura toda la vida física del individuo. Mientras estoy vivo, nadie me pone una pistola en el pecho para que no beba. Tengo opción de beber. El día que me muera no podré hacerlo.

Nosotros no damos el alta a nadie. Se le informa a los tres años de que ha acabado el programa y es libre de seguir viniendo o no. Está constatado que el 96% de las recaídas se dan por la pérdida de contacto con la Asociación.

En los tres primeros años, sobre todo los dos iniciales, la terapia es fundamental. Se dividen en tres grupos. Gente recién llegada, cuya única prioridad es el hoy, el no beber. Desde ese momento trabajan los moderadores, los voluntarios y el equipo técnico en esa parcela. Pasado un año, pero en este tema el tiempo no es matemático y cada persona avanza a su ritmo, la persona pasa a un segundo grupo en el que se habla, ya no tanto de alcohol pero sí de herramientas y reforzar. Al llegar a los dos años y medio o tres, cuando se hacen los pases de grupo.

Hacemos un acto muy especial que es la entrega del pin cuando cumplen uno y cinco años, dos pases en los meses de abril y de octubre.

P. ¿Qué lleva a las personas a refugiarse en el alcohol y qué buscan con ello según lo que se han encontrado a lo largo de estos 45 años?

R. En la mayoría de las ocasiones hay una falta de madurez, de autoestima. El creer que no sirvo. Cuando me tomo una copa y soy capaz de hablar con un profesor, con el jefe, con una chica desde edades tempranas tenemos un problema. Con el tiempo lo vas a utilizar con más asiduidad y en mayor cantidad.

P. Da la sensación de que se sabe o se ha asumido con el paso de los años que el alcohol es una droga pero que no se ha tomado conciencia aún de lo peligrosa que es.

R. Aquí hay muchos factores. Falta de conciencia social, no hay percepción de riesgo. Con 16-17 años, se dice cuando tenga novia o trabajo lo dejo cuando quiera, y esa es la gran trampa del alcohol, luego cuando quieres, no puedes dejarlo.

La falta de conciencia, de formación y de información en la educación, no en los centros escolares, sino desde la casa. No se toma conciencia de esto y está ocurriendo con los jóvenes que no se tiene miedo a las consecuencias porque no hay consecuencias.

P. ¿Cuál es el perfil que más llega ahora hasta su Asociación? ¿Ha cambiado mucho con respecto a otros años?

R. Sí, ha cambiado mucho. Antes era el cabeza de familia acompañado de la mujer o puntualmente de los hijos. Ahora, como he dicho anteriormente, ha cambiado la forma de beber, la incorporación de la mujer al mundo laboral, el mayor poder adquisitivo… Todo ha hecho que el perfil varíe y que las mujeres hayan entrado aquí.

P. Cada vez hay más mujeres y la edad de iniciación parece que está bajando. ¿Cómo ven esto?

R. La edad de inicio se mantiene en los 13 años desde hace 30 según la OMS.

Las mujeres, no en números absolutos pero sí porcentualmente, han aumentado. Se ha hecho más visible. Antes en la mujer era mucho más difícil. Lo hacía en casa, a escondidas con el agravante de que en las chicas metaboliza peor. Eso es un factor añadido para las mujeres. Independientemente de que todos los jóvenes en general han cambiado la forma de beber mucho.

P. ¿Qué piensa Julián cuando lee en las noticias que dos menores han tenido que ser trasladadas al hospital tras una amplia ingesta de alcohol?

"Es una verdadera pena que desde tan jóvenes se desperdicie una vida". 

R. Es una verdadera pena que desde tan jóvenes se desperdicie una vida. Hablamos de unos jóvenes en una edad que están fraguando su futuro. Este futuro depende de su formación. Hoy en día, por la competitividad existente, más todavía. Si es difícil encontrar trabajo para gente formada, gente que no lo está está condenada a malvivir, a un fracaso constante en su vida, pero no son conscientes y no ven el riesgo.

El tema del botellón, la carta del Ayuntamiento y la multa de 30 euros. Muchos padres pasan con lo que los jóvenes acaban por no ver las consecuencias reales. Con el carné de conducir pasa lo mismo. Tenemos que ser conscientes de que podemos matar a alguien y la tasa de alcohol al volante tiene que ser 0.

No hace falta mandar a las personas a la cárcel. Se les puede imponer los trabajos en beneficio de la comunidad. No a barrer calles, hay muchos montes que limpiar, mayores solos a los que se puede atender… Estas conductas se pueden reconducir para menor y padres a través de programas de reeducación para una vida de hábito saludables.

P. ¿Cuál puede ser la solución para frenar este problema del consumo de alcohol entre menores?

R. Lo que te he dicho anteriormente y convertir actos como el desfile de peñas de Fiestas en un desfile de carrozas más creativo y educativo. El desfile de peñas es una aberración, lo único que hace es molestar a la gente.

El beber en las terrazas de los bares, con el pretexto de salir a fumarse un cigarro, también debería revisarse porque, al final, estamos bebiendo en la calle igualmente.

P. Sin poner nombres, ¿Cuál es el caso más extremo que han tenido que afrontar?

R. Recuerdo dos por su origen distinto. Tuvimos una mujer algo más de 30 años, con dos niños pequeños que es lo que los profesionales llaman el alcoholismo iatrogénico, por prescripción médica. Hace años, esta mujer tenia unos problemas de tensión baja y el médico le dijo que se tomara una copita de coñac. Al final tuvo que separarse del marido porque no paraba de beber. Empezó a tomar la copa de coñac por la noche, se la bebió, se tomaba otra por la mañana al ver que estaba mejor y así sucesivamente. Es un caso muy extremo.

El otro caso es el de Mitos. Es uno de los testimonios que más recuerdo. No se obliga a nadie a hablar en ARVA pero es aconsejable. Yo estuve 183 días sin hacerlo, detrás de una columna y con sentimiento de culpa. Tras 183 días me escribí lo que pensé que no sabía decir. Y me dije que o leía esto o tiraba por la calle de en medio.

Esta chica comenzó a hablar, dijo me llamo Mitos y soy la hija de litrona. Eso no se me olvidará nunca. Fue una de las cosas más impactantes que recuerdo.

P. ¿Las personas rehabilitadas acaban contando sus experiencias a otras que se encuentran en la misma situación?

R. Es una de las cosas más importantes. Para iniciar una rehabilitación hay tres factores fundamentales que son la sinceridad, la humildad y la empatía. Sin esas tres cosas es difícil. Las terapias acaban siendo un confesionario. Yo podría contar cosas pero se irán conmigo a la tumba.

La base es eso. Mi experiencia. Después de 33 años mi obligación pasa por transmitir lo que yo aprendí para que los que vienen detrás sean capaces de trasmitírselo a quien venga porque las personas pasamos pero la entidad sigue funcionando.

P. ¿Reciben ayudas de las instituciones? ¿Solicitan mayor cantidad?

R. Fundamentalmente de la Junta de Castilla y León pero es insuficiente. Llevamos ocho años sin que se nos suba un céntimo. La luz, el teléfono, los sueldos y todo sube. Nuestra fuente principal de financiación es esta que no nos llega ni para pagar al equipo técnico.

Luego, además, tenemos una cuota de siete euros al mes de los socios, hay muchos que no pueden pagar pero no se deja a nadie sin atender. Además, programas puntuales de las mujeres, de los pueblos con Diputación que se dotan con pocas cantidades de dinero y que se dan al equipo técnico que se desplaza etc. y un convenio con el Ayuntamiento.

Contamos con el mejor equipo técnico de Castilla y León y uno de los mejores de España con una implicación personal que hay que valorar mucho. Cuando podemos le gratificamos económicamente.

Necesitamos más dinero. Tenemos un problema de liquidez grande pero no sabemos a quién acudir. Haría un llamamiento a grandes empresas que también nos cierran las puertas. Nos vendría bien para completar los programas.

P. ¿Cómo ve el futuro?

R. En ese aspecto, incierto. Falta financiación para desarrollar los programas, mantener las instalaciones y es difícil.

P. Un deseo.

R. Que haya mayor conciencia.

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