"El Vaquerito"
Más concretamente en Tordehumos donde “hicimos el paseíllo” con “El Vaquerito”, más conocido por Manolo Lobato. A la izquierda Jorge Manrique, a la derecha Raúl Alonso, en un lateral de la mesa el novillero Pedro Andrés y en el otro el encerrador -qué nombre más sonoro- Pedro Caminero, que además es empresario y ganadero. Y en el centro, dos pasos adelantados de los matadores, “El Vaquerito”.
Y todo ello gracias al empecinamiento de Modesto Argüello; un buen tipo al que conozco desde hace años. Aunque lo cierto es que la organización de todo el tinglado fue obra de la asociación cultural “Cristo de la Vega”, de la que es presidente. Argüello sumó seis legislaturas como alcalde de Tordehumos en varias etapas.
Y es que Tordehumos celebra su Otoño Cultural 2018 bajo el lema: “Al brasero de la asociación”. Y entre los actos figura un homenaje a Manolo Lobato “El Vaquerito” por sus 50 años de novillero. Lobato, ya jubilado, ha montado el “cuartel general” en su pueblo natal. Y allí sigue empeñado con su afición al toro y a sus galgos. Incluso ha hecho una placita de toros para disfrutar con los amigos y con todo el que quiera acercase por Tordehumos.
Me descubro ante “Vaquerito” por su eterna afición -Las aficiones nos protegen de las pasiones. Una afición se convierte en una pasión- (Marie Von Ebner-Eschenbach) que se convirtió en pasión para el resto de sus días. Fue novillero y en plena adolescencia tuvo que emigrar junto a sus padres al País Vasco.
Y en Eíbar conoció a Pedrucho, matador de toros que compartió cartel con Manolete y fue director de la Escuela Taurina de Barcelona. Del maestro eibarrés recibió muchas clases “El Vaquerito” (sus padres criaban vacas en Tordehumos antes de la emigración). Según nos contó toreó unas 30 novilladas sin caballos por el Norte y ha hecho unas 200 direcciones de lidia a lo largo de su trayectoria taurina.
Antes, de chiquillo, se escapó a los madriles junto con Raúl Manrique (hermano del torero) y allí consiguieron el carné de aspirantes de novilleros…con la firma falsa del padre de Lobato. También contó nuestro personaje que en una ocasión se tiró de espontáneo en Villabrágima a un novillo de Manolito Sánchez “El Zamorano”. Ahí recibí mi primer palizón -comentó Lobato-, ante la pasividad de “El Zamorano”.
Su ilusión por trasmitir los valores del toreo, a su forma y manera, le llevaron a ayudar a varios novilleros y subalternos, además de enseñante durante dos años en la Escuela Taurina de Medina de Rioseco, que protege y mima Justo Berrocal junto a sus compañeros de la Federación Taurina de Valladolid y la Peña Taurina “Jorge Manrique”, de Rioseco.
Pero Manolo Lobato guarda en su corazón y en su memoria el recuerdo imborrable de haber ayudado a que tomara la alternativa su gran amigo el matador de toros Raúl Alonso, al que apoyó desde sus inicios. Aunque sería injusto ignorar que también fue ayudado y protegido por la familia Caminero, sobre todo por María Jesús y Simón.
El diestro de Siete Iglesias de Trabancos sacó el título de matador de toros una tarde de feria septembrina de 2006 en Valladolid, apadrinado por El Juli y de testigo Talavante. Raúl cortó una oreja a su segundo toro. Pero tristemente no volvió a pisar el albero pucelano. Sin embargo Lobato siempre lo defendió a ultranza.
Le velada transcurrió con mucha emotividad -con algún arranque propio de Lobato- y todos los contertulios de la mesa fueron rotundos en sus apreciaciones y comentarios sobre “El Vaquerito”. Ni que decir tiene que el público congregado en el Teleclub, sede de la asociación, con un lleno de “no hay billetes”-incluido su alcalde, Agapito Bravo-, se mostró encantado, muy animoso y amable en torno al homenaje al paisano torero. Larga vida a “El Vaquerito”.
P.D. Tordehumos tiene unos 450 habitantes y en la asociación son unos 600 los que pagan religiosamente la cuota. Realmente asombroso!! Modesto, en nombre de la asociación, obsequió a los componentes de la mesa con un cartel anunciador del acto y las mujeres de la entidad organizadora obsequiaron a “El Vaquerito” con la figura de un torero en modelo fofucha. Y Manolo Lobato, “El Vaquerito”, nos invitó a conocer su placita de toros cuando llegue la primavera; además de un buen asado de lechazo. Tomo nota, Manolo!!!
Fotos cedidas por la asociación cultural “Virgen de la Vega” de Tordehumos