Interesante conferencia de los cirujanos taurinos
La Academia de Medicina de Valladolid volvió a ser escenario de una interesante conferencia a cargo del Dr. Mateo, vicepresidente de zona de la Sociedad Española de Cirugía Taurina, exponiendo datos ya recopilados y analizados estadísticamente para una Sesión Científica.
La introducción a la conferencia fue realizada por el Dr. Rabadán, quien versó sobre los libros de cirugía existentes y reclamando un gran tratado a elaborar desde la SECT para acabar insistiendo en la ética del toreo y de la carencia de obligaciones y derechos de los animales.
La conferencia del doctor Antonio María Mateo trató sobre la “Revisión histórica y aspectos técnicos en la mortalidad por lesiones vasculares en las plazas de toros a lo largo del siglo XX”.
“Este trabajo -comentó Mateo- fue presentado y galardonado como “comunicación preliminar” al Congreso Nacional de Cirugía Taurina celebrado en Guadalajara en 2015 y debo citar, como triste anécdota, que entre los asistentes al acto se encontraba el malogrado matador de toros Ivan Fandiño, que dos años después era mortalmente herido en la plaza de toros de Aire-sur-L´Adour, falleciendo en el hospital de Mont de Marsán”.
Otra cita comentó el cirujano jefe de la plaza de toros de Valladolid: “En este espectáculo, como afirmara el toreo Enrique Ponce en esta misma Academia, se combina la técnica y el arte, pero también se asume el riesgo. El riesgo de ser herido y… el de poder morir toreando”.
Y sobre las lesiones vasculares, que en definitiva era el tema principal de la conferencia, dijo el Dr. Mateo: “La lesión vascular provoca el inmediato sangrado por la herida; difícilmente permite continuar la lidia y exige una actuación inmediata de compresión para disminuir la hemorragia”.
Y un dato curioso: “Una lesión de arteria femoral común, dejada a su evolución, produce una pérdida de sangre de un litro por cada minuto que dure el traslado… y a partir de tres litros de pérdida se inicia el shock hemorrágico”.
Muchas ilustraciones, infinidad de datos científicos y diversos relatos de muertes de toreros en una conferencia bien estructurada por este veterano cirujano que lleva nada más y nada menos que 47 años dedicado al oficio de salvar vidas a los coletudos desde que se incorporara al coso pucelano en 1971.
“Al año siguiente -relata el doctor- y durante la feria de San Mateo, tuve mi bautismo de sangre con la cornada y rotura de vena Iliaca de Julio Robles y que fue reparada bajo anestesia general en la enfermería de la Plaza”.
Entre los asistentes estaba el colega Dr. Crespo, de Palencia. Los doctores y aficionados Molina y Bayón, veterinarios del coso de Valladolid. Lera e Illana de la crítica taurina, Mariadela Álvarez (Federación Taurina de Valladolid), Javiér León de la Riva, exalcalde de Valladolid y médico; y numerosos aficionados y amigos de los conferenciantes.
Fotos: Natalia Calvo