Los zamoranos se "encamisan" para apoyar al Tercio de Zamora
El Milagro de Empel ya está cobrando vida en Zamora. Esta tarde se iniciaba la primera de las actividades del programa que narran la heroica victoria del Tercio de Zamora en Holanda.
Hoy ha tenido lugar "la encamisada", que consistió en que los recreadores, enfundados en el papel de los soldados españoles que por aquella época no contaban con uniformes, se colocaron camisas blancas por encima de su equipamiento militar, para distinguirse de los enemigos durante el primer asalto que realizaron en la isla de Bommel. Allí, el Tercio de Zamora se arrastró por las orillas del río Duero, reconvertido en el río Mosa, para sorprender al ejercito holandés mientras torturaba a un miembro del Tercio para que delatara a sus compañeros.
Mañana los campamentos colocados en los Pelambres seguirán abiertos para que los visitantes observen la vida de los soldados zamoranos en la guerra en Holanda, y a las 13.00 horas dará comienzo la segunda parte de la recreación. A orillas de la playa de los Pelambres, un Tercio del ejército español, concretamente el Tercio Viejo de Zamora, dirigido por Arias de Bobadilla, se verá atrapado en la en la isla de Bommel, sin posibilidad de salida, al estar rodeados por el ejercito holandés. Hasta este grupo, se acercará un emisario para exigirle su rendición, o de lo contrario serían masacrados a la primera luz del alba. Ante tal amenaza, el maestre de campo responderá que: Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muerto, y en respuesta, el almirante Hohenlohe-Neuenstein abrirá los diques de los ríos para inundar este campamento enemigo, quedando solo como tierra firme el montecillo de Empel, donde se refugiarán los soldados del Tercio.
Tras quedar en ese montículo de un metro sobre el nivel del mar, Arias de Bobadilla ordenará a sus soldados que caven trincheras durante toda la noche. Uno de esos soldados, encontrará un trozo de madera, con un retrato de una virgen pintado y labrado que formaba parte de la antigua iglesia enterrada de la villa de Empel. Con este sagrado retablo, el maestre arengará a sus tropas, considerando el hecho como una señal de la protección divina, para que luchen contra los holandeses.
Durante la simulación, se mostrará como el Tercio de Zamora, aprovechará la helada que el río Mosa sufre durante la noche, que bloquea los buques holandeses y que permite el paso de los soldados entre las aguas, para atacar por sorpresa a la escuadra enemiga al amanecer del día 8 de diciembre y donde obtendrán una victoria total que el almirante Hohenlohe-Neuenstein calificó como: Tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro.
A las 17.00 horas se repetirá este mismo hecho, y a las 18.00 se finalizarán los actos de recreación, repitiendo el desfile de las antorchas por la ciudad.
Además, hasta el 6 de enero, el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales albergará una exposición y visitas guiadas sobre el milagro de Empel, que cuenta además con un juego para seguir la exposición y vivir los sucesos que le podían ocurrir a un soldado zamorano durante 1585 cuando sucedieron estos hechos.