La otra nochevieja universitaria: botellones caseros y supermercados haciendo caja
Este jueves, 13 de diciembre, tendrá lugar en la Plaza Mayor de Salamanca la fiesta del año para la juventud: la Nochevieja Universitaria. Una celebración que consiste en adelantar el fin de año, antes de las vacaciones escolares y por tanto de disgregarse los compañeros de clase, para comer doce gominolas en el ágora charra. Una tradición que se ha mantenido en el tiempo pero que ahora lleva aparejada otra práctica, el consumo masivo de alcohol.
La Nochevieja Universitaria moverá al menos 10.000 litros de alcohol, y es una cifra que puede quedarse incluso corta, pues los servicios de limpieza retiran después más de 40.000 kilos de basura. La estimación se hace partiendo de la presencia de 50.000 jóvenes, estando demostrado que al menos dos de cada tres consumen alcohol, y que esos jóvenes ingerirán al menos tres copas, o lo que es lo mismo, casi un litro de líquido, del que hay que descontar la parte de refresco incluida en la mezcla.
La fiesta etílica tendrá su apogeo a partir de la medianoche, cuando decenas de miles de jóvenes llenen los pubs y discotecas, y por tanto se dispensen miles de consumiciones. Sin embargo, ya desde horas antes es frecuente que la mayoría de los asistentes consuman alcohol en busca de llegar al momento álgido de la Nochevieja Universitaria con el denominado ‘puntillo’.
La Policía Local controlará que no se produzcan macrobotellones como años atrás se hacían en la Vaguada de la Palma, el Campo de San Francisco o junto a las facultades de Ciencias. Pero no puede evitar que miles de jóvenes consuman alcohol en plazas y parques del centro de la ciudad en reducidos grupos de amigos. A lo que hay que añadir quienes se juntan en pisos de universitarios para hacer allí el botellón y evitar una posible sanción policial. Cabe recordar que las intervenciones por exceso de ruido esa noche son también múltiples por parte de la Policía Local.
Los supermercados ya se frotan las manos con las ventas que realizarán este jueves de botellas de licor y de refresco, incluso de vasos de plástico. Sobre todo las superficies comerciales ubicadas en el centro de la ciudad y avenidas del primer cinturón, donde un año más se verá desfilar a miles de jóvenes con bolsas de plástico repletas de alcohol para consumirlo en grandes cantidades y en el menor intervalo de tiempo posible.