Las cuentas de la vieja
Queda atrás la Navidad, restan los Reyes Magos que a más de uno bien le gustaría que fueran dadivosos con sus deseos políticos y electorales, que en este tiempo de cuenta atrás tienen en vilo a las diversas formaciones políticas. Comienza con la llegada de este nuevo año la cita electoral, donde se dirimirá no sólo el futuro de los municipios, capitales, provincias -por eso de las diputaciones-, autonomías, Europa pero, también, el futuro de este país, ay!
Después del torbellino andaluz, con el pasotismo de la izquierda a la hora de acudir a las urnas, el panorama político ha dado un vuelco inesperado, entrando en época de muchas turbulencias. Llámese como se quiera. Aquí están en juego muchas más cuestiones que renovar o cambiar los primeros ediles o presidentes. Están en juego muchas conquistas sociales, por un lado, pero también cuestiones trascendentales para el devenir de esta España nuestra que parece regresar a las 'dos españas' de las que hablaba Machado. El español, quien parece tropezar dos veces en la misma piedra.
Lo nuestro y más cercano es Castilla y León, esta Comunidad "inventada" en palabras de los más acérrimos leonesistas que, por cierto, cada día proliferan más en territorios de frontera como León -cuna del movimiento-, Zamora y Salamanca, que se dan la mano con sus hermanos del otro lado de La Raya, los transmontanos. El futuro de esta Comunidad de Castilla y León -junto o separado- también se presenta más que incierto ante el resultado electoral del 26 de mayo.
Nos convertiremos en analistas, donde nada es cierto y todo presumible, como esas cuentas de la vieja que se hacen a 'bulto', con los dedos, con las cuentas del rosario u otro procedimiento semejante y siempre salen, para dilucidar quién será el futuro presidente de los castellanos y leoneses, según van vaticinando las diversas encuestas que comienzan ya a proliferar como hongos en los diversos medios de comunicación, aunque también en los despachos de los principales partidos políticos y que quitan el sueño a más de un líder regional.
A tenor de esas encuestas, de las apreciaciones de los propios interesados, y de las tendencias electorales -que son el verdadero valor de las mismas- en esta Comunidad no caben más que dos opciones de Gobierno. Bueno y otra tercera que sería mucho más descabellada y tendrían que confluir luna, astros y estrellas y 'charosdiegos' de rigor.
La primera posibilidad -la que más se aproxima a la realidad política- es que el Partido Popular de Alfonso Fernández Mañueco alcance la mayoría absoluta en la suma con Ciudadanos de Luis Fuentes. ¿Sería políticamente correcto tras las consignas de cambio en Andalucía por más de 30 años de poder, aquí llevamos con la misma formación también más de 30? Donde dije digo digo Diego. En política, por cierto, nada es correcto. Ante ello no se necesitarían ese puñado de procuradores de Vox -que podrían sumar hasta cinco-. Fórmula que no tendrían en vilo a la formación naranja, tras los problemas que se viven en Andalucía.
La segunda posibilidad es que el PSOE de Luis Tudanca consiga una cantidad razonable de procuradores que sumados a los de Ciudadanos no alcancen la mayoría absoluta -casi imposible- pero con la abstención de Podemos de Pablo Fernández, sí tendría mayoría simple y, por tanto, los escaños necesarios para formar Gobierno. Esta fórmula sería la que más 'desea' en este momento Ciudadanos para 'lavar' su imagen andaluza. Así, dejarían en la cuneta las aspiraciones de Fernández Mañueco, quien por cierto llega como candidato popular en la peor de las ocasiones. ¿Dejaría gobernar Podemos a los socialistas con Cs con el fin de desbancar al PP de la Junta de Castilla y León, tal como busca hacer Vox en Andalucía? Todos creemos que Pablo Fernández, muy a pesar de su intenso dolor, facilitaría este gobierno de 'cambio'.
Las otras dos opciones restantes, una ya explicada sería la suma de PP, Cs y Vox, como acontece en el Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla. ¿Ciudadanos iría a las generales con este lastre...? He ahí la cuestión. Y la última posibilidad -digamos la tercera- es la que en más de una ocasión apunta el portavoz de Cs en las Cortes de CyL, Luis Fuentes. Es el recuerdo de lo que aconteció, allá en 1988, cuando Juan José Melero fue apeado del cargo de presidente de la Diputación de Salamanca tras un pacto de gobierno entre AP y CDS, este último partido de nuevo cuño que trató de rentabilizar el patrimonio político de la UCD. La presidencia de la Diputación recayó en la centrista Charo Diego, mientras que la vicepresidencia se puso en manos del popular Casimiro Hernández, que era la formación con mayor número de diputados. A ello se refiere Luis Fuentes cuando apunta al caso Charo Diego (1988-1991), que fue presidenta siendo líder del partido con menos diputados, el caso fue apear al mayor de los Melero del sillón provincial. Después llegaron nuevas elecciones en 1991 y el PP consiguió la mayoría absoluta, pero aconteció el 'davilazo'.
El PP consiguió por fin la anhelada mayoría absoluta en la Diputación en esas elecciones: 13 de los 25 escaños de la institución. Sin embargo, la pésima relación entre Casimiro Hernández y Charo Diego hizo que ésta ideara un plan para privar a Hernández de la presidencia. De acuerdo con los diputados provinciales del PSOE, liderado en ese momento por Emilio Melero, ofrecieron la presidencia de la Diputación a José Dávila Rodríguez, diputado del PP, que se convirtió en tránsfuga y también en el nuevo presidente de la institución en detrimento del que había sido su compañero de filas, Casimiro Hernández. Y, desde ese momento, el PSOE nunca más volvió a tocar poder en la Diputación de Salamanca hasta nuestros días... Un aviso a navegantes en esto de los pactos, las mayorías, minorías y los tránsfugas, ay don Luis qué le voy a decir que usted no sepa!
Vayamos esperando acontecimientos, aunque en estos largos meses que nos esperan nadie enseñará sus cartas ni las pondrá sobre la mesa. Todos buscan recoger hasta el último voto del último rincón de la Comunidad. Todos buscan ganar, pero la realidad es que presidente de la Junta de Castilla y León, y presidente de las Cortes solo hay uno. Todo lo demás son apuestas, como en las quinielas, unas veces aciertas y otras te quedas a verlas venir. Pues eso, a verlas venir se quedará más de uno y, como dicen por el Sur, compuesto y sin novia... cachis!!