La Torre de los Anaya, después de años sin uso en pleno centro de la ciudad de Salamanca, ya tiene un nuevo cometido para el futuro, el de "un gran centro para albergar iniciativas culturales de la ciudad y de la provincia".
Esta instalación, propiedad del Ayuntamiento y de la Diputación de Salamanca, data del siglo XV, cuando se levantó como torre fortificada y sirvió después para albergar en su seno a las familias palaciegas de los Anaya y los Bazán.
También en tiempos pretéritos, en el siglo XVI, sufrió una decisión que marcó su imagen ya para siempre. Entonces, el monarca Carlos I, tras el levantamiento de los comuneros, decidió que esta y otras torres tenían que ser desmochadas.
Ya en el reciente siglo XX, en las décadas más próximas, este palacio ha tenido varios cometidos, como albergar en su seno el Instituto de Estudios Iberoamericanos y Portugal, de la Universidad de Salamanca, o el Museo de Arte Oriental con piezas de Pilar Coomonte y Nicolás Gless.
Ahora, el torreón se prepara para un nuevo cometido, el de ser "un gran centro para albergar iniciativas culturales de la ciudad y de la provincia", tal y como han explicado el Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca.
La actuación, con una inversión de 1,4 millones de euros, aportará "unas instalaciones modernas, accesibles y acordes a las necesidades planteadas por los propios colectivos y asociaciones que trabajan en el ámbito de la cultura", según sus promotores institucionales.
Entre las instalaciones que albergará el nuevo centro cultural se encuentran una sala de exposiciones, un patio para conciertos y obras de teatro, salas de conferencias, la zona de administración y espacios para desarrollar talleres y actividades infantiles.
Concretamente, ofrecerá una sala de exposiciones de casi 300 metros cuadrados con acceso independiente al resto del edificio a través de un vestíbulo en el que se instalará una zona de recepción y venta de publicaciones.
La sala de exposiciones estará dividida en dos espacios en diferente altura; uno situado en la planta baja, de 115 metros cuadrados, y otro, en la entreplanta, de 80 metros cuadrados. En la misma zona el proyecto también prevé la creación de una biblioteca.
Asimismo, la Torre de los Anaya tiene un patio interior que podrá utilizarse como "escenario de conciertos de pequeño formato con una capacidad para un centenar de personas" y, desde él, los usuarios podrán acceder, además, a dos salas de usos múltiples.
Estos espacios se utilizarán para conferencias, proyecciones, presentaciones de libros, encuentros literarios, reuniones o congresos al estar dotadas del equipamiento necesario, según el proyecto de unas obras que ya están en marcha.
También, en la primera planta, habrá dos aulas destinadas a la formación cultural por medio de talleres o cursos relacionados con temas culturales como fotografía, pintura, escultura y escritura, entre otros ámbitos.
Igualmente, desde la calle Jesús, las obras facilitarán el acceso directo a una sala de actividades para niños ubicada en la planta baja, que contará con una biblioteca infantil y zona de juegos, y en la primera planta se sumará otra sala destinada al desarrollo de actividades para niños.