Tras 17 días en el en el Instituto Anatómico Forense de Huelva, los restos mortales de Laura Luelmo han sido incinerados en el tanatorio de Gibraleón, y ha sido despedida por su familiares, desplazados hasta Huelva, en la más estricta intimidad como habían expresado en varias ocasiones.
El pasado 17 de diciembre tras una intensa búsqueda, el cuerpo de Laura aparecía en el paraje de Las Mimbreras en El Campillo, y era trasladado al Instituto Anatómico Forense de Huelva. Allí, los técnicos iniciaban las pruebas forenses para determinar las causas y circunstancias de la muerte de la joven zamorana.
El tiempo que ha permanecido la profesora en este centro forense ha servido para que los técnicos pudieran concluir todas las pruebas, que serán determinantes para resolver la gran incógnita del caso, si la joven falleció dos o tres días después de desaparecer, como sostuvo el estudio forense preliminar, o si lo hizo, como cree la Guardia Civil, el mismo día que desapareció.
Este dato es clave para confirmar o descartar si, desde que la familia de Laura denuncia su desaparición el jueves día 13, hubo tiempo de encontrarla aún con vida. Aunque la Sociedad Española de Medicina Legal y Forense ya avisaban de que los análisis complementarios no suelen "corregir de modo sustancial" las conclusiones de la autopsia preliminar, según informa El Diario de Huelva.