La posible fusión por absorción de Liberbank por Unicaja podría dar lugar al cierre de 42 sucursales y a una reducción de la plantilla de 2.452 empleados, según cálculos realizados por Kepler Cheuvreux, que analiza en un informe las sinergias de costes derivadas de solapamientos en caso de que la operación salga adelante.
Actualmente, Unicaja cuenta con 6.916 empleados y Liberbank con 3.933, con lo que juntos sumarían una plantilla de 10.849 trabajadores. Kepler Cheuvreux sitúa la reducción potencial de la fuerza de trabajo en 2.452 empleados, hasta un total de 8.397. Asimismo, de forma conjunta, los bancos contarían con 1.866 sucursales, lo que arroja una ratio de empleado por oficina de 5,81, y que la firma estima que se podría reducir a 4,5.
La firma de análisis, que otorga una probabilidad del 90% a la fusión, explica que las sinergias son "limitadas" dado el poco solapamiento geográfico entre ambas entidades y que, en cualquier caso, serían compensadas por los costes adicionales relacionados con un aumento de requisitos de capital, ya que sus activos totales superarían los 100.000 millones de euros, como la ratio de capital CET1 que mide la solvencia, el colchón anticrisis (MREL) o el AT1, específico de las emisiones de bonos contingentes convertibles (CoCos).
Kepler Cheuvreux subraya la importancia de diferenciar entre las sinergias y los ahorros que podrían lograrse de manera independiente optimizando sus operaciones. "Esos ahorros probablemente se lograrían de todos modos, pero el proceso de fusión los facilitaría", indica la firma, que también destaca la necesidad de deshacerse del ladrillo tóxico de Liberbank, y reducir la exposición a los bonos italianos de ambas entidades y a los activos fiscales diferidos (DTAs) no monetizables.
En este sentido, destaca el programa de reestructuración para reducir la fuerza laboral en más de 700 empleados actualmente en marcha de Unicaja. "Estimamos que el potencial de reducción de costes en Unicaja a partir de estas medidas a corto plazo ascendería a 30 millones de euros, lo que, en cualquier caso, se habría realizado tarde o temprano", recoge el documento.
También apunta al cierre de 58 sucursales (8% del total) por parte de Liberbank durante el tercer trimestre de 2018, si bien, en este caso Kepler Cheuvreux considera que realizar más ajustes de forma autónoma sin afectar al negocio es más complicado para el banco presidido por Pedro Rivero, debido a que ya ha sido "muy proactivo" en la reducción de costes. Para continuar con la optimización, Liberbank necesitaría más capital y un acuerdo con sindicatos, unas acciones que se facilitarían con una fusión.
De este modo, teniendo en cuenta las sinergias de costes derivadas de solapamientos, la firma de análisis estima en 16 millones de euros al año procedentes de la red y en 84 millones de euros de sus servicios centrales. En total, suman unos ahorros de unos 100 millones de euros. No obstante también habría que sumar el menor coste de capital (COE, por sus siglas en inglés) como consecuencia de un stock más líquido, que podría ascender a otros 100 millones de euros.
Cuota sustancias en seis regiones
Kepler Cheuvreux analiza en el documento las áreas en las que el banco combinado mostraría solapamientos en su red de oficinas. En él muestra que hay regiones donde uno de los bancos no está presente, como por ejemplo Unicaja en Asturias o Liberbank en Salamanca, donde es casi inexistente.
Al contrario, la entidad resultante de la fusión tendría una cuota de mercado "sustancial" en seis regiones y sin prácticamente duplicidades: Asturias, Cantabria, Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León y Andalucía.
De hecho, la firma de análisis insiste en que, incluso en las pocas áreas con solapamientos, se trata de un efecto bastante limitado. Precisamente, la mayor concentración de sucursales se encuentra en Extremadura (34%), pero mientras que el 75% de las oficinas de Liberbank están en Cáceres, casi todas las de Unicaja están en Badajoz.