Los 45 años de cárcel que en su conjunto solicitaba la Fiscalía de Valladolid para siete integrantes del clan de los 'Paturros' por delitos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, con motivo de su detención en diciembre de 2016, quedarán finalmente reducidos a menos de la mitad, merced al acuerdo alcanzado entre los procesados y la acusación pública.
El juicio estaba previsto que se celebrara durante este lunes y martes, 28 y 29 de enero, aunque el referido pacto limitará la vista a una sola jornada el primer día en la que los siete encausados se limitarán a refrendar las penas ya consensuadas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Tres de ellos, Alfredo M.L. ('Colorao'), su esposa, Rosa J.B; y su yerno, Antonio J.G, fueron juzgados ya en octubre de 2018 en la Audiencia Nacional por falsificación de moneda y pertenencia a grupo criminal y condenados los dos primeros a cinco años y el tercero a diez años y medio de prisión.
En virtud del acuerdo en la presente causa, Alfredo M.L, quien se enfrentaba inicialmente a nueve años de cárcel y 90.000 euros de multa, se ha conformado con tres años y nueve meses por tráfico de drogas y otro año más por tenencia ilícita de armas, mientras que su esposa, a la que se pedían ocho años y 80.000 euros, ha visto reducida la pena a tres años y 35.000 euros.
El yerno de los anteriores, Antonio J.G, ha aceptado un total de cuatro años--tres por delito contra la salud y otro por tenencia ilícita de armas--y 35.000 de multa, en lugar de los ocho años y 80.000 iniciales; Emilio G.E. y Carmen F.B, esta última como cómplice y también con peticiones iniciales ambos de ocho años y 80.000 euros, suscribirán condenas de cuatro años y dos años, respectivamente, y multas, por el mismo orden, de 35.000 y 20.000 euros.
La lista de encausados la completan Jesús Ángel B.J. y Abraham B.L, para los que el fiscal interesaba condenas de dos años y multas de 10.000 euros por delito contra la salud pública en su modalidad de sustancias que no causan grave daño a la salud y que, en el acto del juicio, dirán el sí a un año en ambos casos y a multas por importe de 6.400 y 400 euros, respectivamente.
Su detención se produjo el día 21 de diciembre de 2016 a raíz de las investigaciones policiales iniciadas al tener conocimiento de que pudieran dedicarse a la venta de drogas al por menor, con un escalafón ocupado en primer lugar por el presunto cabecilla, Alfredo M.L, alias 'Colorao', y su mujer, Rosa J.B, quienes a través de su domicilio en el barrio de Huerta del Rey coordinaban, supuestamente, todas las actividades, gestionando la compra, almacenamiento, financiación y distribución de sustancias, principalmente cocaína y cannabis, tanto desde su propio inmueble como en la vía pública.
A un segundo nivel la acusación pública sitúa a Antonio J.G, alias 'Borja', pareja de la hija de Alfredo, y persona de máxima confianza, quien, supuestamente, ejecutaría las órdenes de su suegro al objeto de vender al por menor la sustancia y asegurarse de su reposición, tanto en el domicilio del presunto cabecilla como en otros inmuebles de distintos familiares, además de llevar las cuentas y de encargarse del cobro de las deudas y de evaluar los riesgos del endeudamiento de los clientes.
La droga la compraban en Cantabria
A su vez, el fiscal coloca a Emilio G.E. ('Bamba') y su mujer, Carmen F.G, en el organigrama en labores de localizar y preparar las negociaciones para la adquisición y transporte de la droga, la cual se adquiría, principalmente, en Cantabria, así como de almacenar en su propio domicilio aquella mercancía no destinada a la venta inmediata.
A su mujer la acusación pública le asigna la función de guardar las armas de que disponían parte de los detenidos.
En el más bajo escalón se encontrarían Jesús Ángel B.J. y Abraham B.L, a los que se acusa de vender marihuana a sus propios clientes y a alguno de los miembros de la supuesta organización.
La operación policial que condujo a su detención concluyó con la práctica de numerosos registros domiciliarios en los que los agentes se incautaron de distinta sustancias valoradas en cerca de 35.000 euros, entre ellas unos 270 gramos de cocaína, 360 de cannabis, cinco básculas de precisión, un molinillo con restos de 'coca' y una prensa artesanal.
En el transcurso de los registros también se hallaron dos pistolas manipuladas para poder disparar cartuchos armados y cerca de varios cientos de cartuchos, también manipulados, en los que se habían introducido bien balas blindadas o plomo artesanal.