La Coordinadora Federal de Izquierda Unida (IU) aprobará en su reunión de este sábado la celebración de primarias en el plazo de diez días para elegir a sus candidatos de las elecciones generales del 28 de abril, y también de una consulta a las bases para decidir si reeditan o no la confluencia con Podemos. No obstante, la organización ya ha comenzado a prepararse para ambos escenarios, según informan a Europa Press fuentes de la dirección.
En concreto, el que es el máximo órgano ejecutivo de dirección de IU votará este sábado dos reglamentos, en los que se detalla, por un lado, el proceso para celebrar primarias abiertas para confeccionar las listas al Congreso y al Senado y, por otro, el mecanismo para convocar a la vez un referéndum sobre la alianza con Podemos.
Ambos procesos se desarrollarán de forma paralela entre el 4 y 10 de marzo, y tienen como objetivo preparar a la organización para afrontar en las mejores condiciones las elecciones generales, tanto si finalmente deciden concurrir en solitario o con Podemos. De hecho, las fuentes consultadas confirman que ahora no descartan nada y que ya han comenzado a prepararse para ambos escenarios.
Los resultados tanto de la consulta como de las primarias se darán a conocer el día 12 de marzo, y se ratificarán en una Asamblea Político y Social --el máximo órgano de dirección--. El plazo para registrar coaliciones en la Junta Electoral acaba a las doce de la noche del 15 de marzo.
La pregunta que tendrán que responder los afiliados y simpatizantes de IU, según el reglamento al que ha tenido acceso Europa Press, es la siguiente: "¿Estás de acuerdo con que Izquierda Unida concurra en coalición electoral con Podemos, Equo y otras organizaciones políticas en las Elecciones Generales de 2019 en base al siguiente acuerdo?".
Urge a Podemos a negociar
En dicha pregunta se hace referencia a un "acuerdo", de lo que se desprende también que Izquierda Unida cuenta con haber cerrado con Podemos algún tipo de pacto para avanzar esa posible alianza, que en partido morado daba por hecho el pasado viernes.
"Tenemos un acuerdo marco con Izquierda Unida y con Equo, y para nosotras ese espacio del cambio no se entendería sin ninguno de los actores que a día de hoy están formando parte del mismo", defendió la portavoz parlamentaria y 'número dos' de Podemos, Irene Montero, en la rueda de prensa que ofreció hace una semana tras anunciar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el adelanto electoral.
Montero hacía así referencia al acuerdo marco que las direcciones estatales de Podemos, IU y Equo cerraron en mayo del año pasado para confluir, salvo excepciones, en las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo, y que ha servido de base para negociar los acuerdos que se están cerrando en todos los niveles, allí donde ha sido posible.
Sin embargo, algunos de esos acuerdos que hace nueve meses se daban por hecho se asumen hoy como imposibles por la falta de entendimiento entre el partido morado y la organización de Alberto Garzón a la hora de confeccionar las candidaturas conjuntas, y por la crisis interna de Podemos que estalló en su organización madrileña pero que ha afectado a todo el partido, tras la marcha del exnúmero dos Íñigo Errejón.
La confluencia se frustra en varios territorios
Así, IU ha dado ya por perdidas las alianzas para las autonómicas en Asturias, Murcia y Navarra, y ve serias complicaciones para cerrar a tiempo otras, como las de Madrid, Aragón y Castilla y León, según confirmó la dirección federal a Europa Press. Tampoco da por seguro, aunque estaba ya bastante avanzando, el acuerdo para las europeas.
En este contexto, IU espera poder abordar cuanto antes con el partido de Pablo Iglesias los detalles para avanzar en la confluencia estatal, para reeditar la coalición Unidos Podemos que sellaron para las elecciones de 2016. Eso sí, avisa que no va a dejar de prepara una posible candidatura en solitario, en caso de que el acuerdo no sea posible o el partido morado quiera dilatar demasiado los tiempos.
En las pasadas generales, Iglesias y Garzón anunciaron la alianza, conocida ya como "el pacto de los botellines" --por la foto que ambos se hicieron mientras lo celebraban--, a cinco días de que se cerrara el plazo para registrar coaliciones, por lo que las negociaciones para el reparto de puestos se llevó a cabo de urgencia, y sin primarias conjuntas.
En 2016 Garzón ocupó el quinto puesto de la lista por Madrid, tras Iglesias, Montero, Errejón y la ahora exdirigente Carolina Bescansa. Además, IU acordó que su presencia en la listas se basaría en la proporción de 1 a 6, tomado como referencia una estimación de los escaños que habrían logrado en las generales del 2015 si hubiera concurrido juntos, y no por separado --unos 58 diputados, según sus cálculos--.
Negación de la lista conjunta
En esta ocasión, también se da por descartado la celebración de primarias conjuntas en el caso de que haya acuerdo, ya que los plazos vuelve a ser ajustados, en este caso por el adelanto electoral. El último día para inscribir coaliciones es el 15 de marzo.
Además, las exigencias de IU serán ahora previsiblemente más elevadas, ya que las expectativas de voto de la coalición, según las encuestas, no son precisamente buenas, y la mayoría apuntan a un descenso de los apoyos hasta el 15%, frente al 21% que sacaron en 2016.
Dado que lograr escaño se presenta ahora más complicado que en los últimos comicios, la organización defenderá situar a sus diputados en puestos más privilegiados. En los acuerdos para las europeas, autonómicas y municipales la proporción que están negociación es la de 3 puestos de cada diez.