Los casos de abusos sexuales en la Iglesia católica que está abordando el periódico ‘El País’, con algunos testimonios de Salamanca, siguen en la actualidad con nuevos datos.
Así, según este diario, los superiores de los jesuitas encubrieron en los años ochenta y noventa a uno de sus miembros, José María Sánchez Nieto, vicario de la iglesia de El Milagro de San José, en Salamanca, denunciado a la orden por una víctima, Ángel Plaza, un menor que frecuentaba la parroquia, que le acusó de abusos y violaciones de los 14 a los 20 años. Cuando informó a los jesuitas de los abusos, en 1988, el acusado los reconoció, según ha admitido la Compañía de Jesús a El País, pero los responsables no lo denunciaron a la Policía, cuando aún no había prescrito, ni tomaron ninguna medida contra él.
Nuevas informaciones aseguran que ll tribunal eclesiástico de Mondoñedo-Ferrol anuló en 2009 un matrimonio, a petición del marido, basándose principalmente en el trauma y la inestabilidad psíquica que habrían causado en su esposa los abusos de un sacerdote en su infancia, pero aunque este episodio salió a la luz en el juicio la Iglesia lo pasó por alto y no tomó ninguna medida para investigarlo. La mujer, que tras su divorcio se desinteresó del proceso canónico que emprendió su exmarido, es Teresa Conde, que en octubre denunció en EL PAÍS los abusos que había sufrido en Salamanca por parte de un religioso trinitario, Domingo Ciordia.
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