El gol es la esencia del fútbol, el punto diferencial, la clave y la obviedad necesaria para ganar. El Pucela de esta temporada esta siendo ejemplar en amortizar al máximo cada tanto. Pero cuando no hay gol, el partido se hace muy cuesta arriba, como este domingo en el que el Betis se ha quitado de encima el dominio global del Real Valladolid para llevarse los tres puntos gracias a dos certeros zarpazos.
El Pucela en casa empieza fuerte, buscando sorprender en los primeros balones largos a la espalda de la defensa, queriendo marcar territorio en su campo. Es una tónica habitual en los partidos de esta temporada que tras los cinco minutos de fulgor el Betis apaciguó tomando el mando del partido.
Sin embargo, ese dominio era inocuo y los amagos de peligro se mantuvieron ante la portería de Pau López. Tuvo una buena oportunidad Hervías en el disparo de una falta desde el pico del área por la que Canales vio tarjeta amarilla, pero la barrera desvio a córner. El Pucela castigó con su presión la persistencia del equipo de Quique Setién en que ningún pase fuera más allá de la corta distancia que marcan los buenos cánones del fútbol de toque.
Los últimos cinco minutos de la primera parte fueron los más vibrantes, primero con un disparo de Lainez que Masip mandó a córner. La recuperación defensiva habilitó un contrataque que el Valladolid desperdició en primer término y después el balón llegó franco a Guardiola en el corazón del área pero no logró empalmar un buen remate.
La crueldad volvió a sacudir Zorrilla cuando el partido ya enfilaba el descuento, Mandi capturó el balón dentro del área, se giró y superó a Masip para marcar el 0-1.
La conjura del Pucela en el vestuario se materializó en un subidón en la energía local a lo que contribuyó Sergio con el primer cambio en el 52. Verde entró por Hervías y nada más saltar al césped de Zorrilla golpeó con potencia una falta lejana que limpió el polvo de la escuadra de la meta defendida por Pau López.
Ese renovado empuje tuvo una muestra más en el minuto 62 con un sensacional remate de cabeza de Guardiola en un córner centrado por Verde, que despejó López con una gran intervención. Acoso y derribo desde entonces, por arriba, con centros rasos, por el centro y las bandas. El Pucela apuraba sus opciones apostando por su fondo físico mientras el Betis fiaba sus opciones a la contra.
Todo o nada. Sergio dio entrada a Ünal por Michel para apretar aún más la presión ofensiva en los últimos diez minutos. Pasaban los minutos y el Pucela no concretaba ese dominio en el ansiado gol. En el minuto 86 llegó la sentencia del partido, con una gran jugada de Canales que cedió para que Joaquín superase a Masip y doblegara la voluntad del Valladolid con el 0-2.