El Servicio de Extinción de Incendios de Zamora realizaba hoy su habitual jornada anual de puertas abiertas. Pero en esta ocasión la realidad ha superado al simulacro, ya que sobre las 12.30 horas, los Bomberos recibían una alerta sobre un fuego en una vivienda de Monfarracinos, y rápidamente, los niños que estaban subidos en los camiones tenían que bajarse, algo asombrados y asustados por todo el revuelo del aviso de incendio.
En esta ocasión, los pequeños allí congregados pudieron observar en directo y sin premeditarlo, cómo es la rápida actuación de estos profesionales cuando se produce un aviso de emergencias. En apenas unos segundos, dos dotaciones de Bomberos se enfudaron en sus trajes, prepararon todo el material y salieron a toda prisa con los vehículos de extinción hacía el lugar del suceso. Dejando a los presentes asombrados por su efectividad y por lo insólito del suceso.
Dentro del Parque se pueden ver multitud de vehículos de extinción, lanchas motoras, colchonetas de salvamento e incluso una cabina de bioseguridad. Antes del revuelo por el aviso, los más pequeños se lo pasaban en grande subiéndose a los enormes coches de bomberos, jugando y posando en las lanchas motoras y saltando en las colchonetas de emergencia. De hecho, coincidiendo por la fiesta del Carnaval, muchos de los pequeños visitantes llegaban al lugar disfrazados de bomberos o del protagonista de la Patrulla Canina, el pequeño dálmata bombero Marshall.
Hoy de 10.30 a 19.00 horas y mañana en el mismo horario, los Bomberos de Zamora continuarán realizando una serie de demostraciones y simulacros de sus trabajos más espectaculares, para que los interesados en acercarse a su sede en la calle Condes de Alba y Aliste, puedan aprender sobre la dificultad que conlleva su labor diaria.